LEONOR ESTEVAN, JUANA MARTÍNEZ Y LUISA DE MERGELINA. FUNDADORAS DEL CONVENTO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
Fueron las fundadoras del convento anexo a la ermita de la Santísima Trinidad en 1525. No tardaron mucho hasta la formación de una comunidad de clausura ayudada por toda la población. Fue la primera priora la Madre Leonor.
Leonor nació en Villena en el seno de una familia honrada la cual enseñó el amor a Dios y a la oración. Sus padres la comprometieron en casamiento con un joven que era considerado de buena familia. De esta unión nació Juana a la que su madre instruyó desde muy pequeña para que respetara la religión y la acompañara en ayunos, limosnas y oraciones. El padre de Leonor también propuso un pretendiente para Juana, pero esta lo iba rechazando hasta unas semanas antes de la boda que el padre murió y ella ya decidió alejarse de esta opción y consagrarse a Dios. Este hecho supuso un apartamiento de la sociedad de madre e hija y les fueron arrebatando parte de sus bienes quedándoles únicamente su devoción a Dios, al cual pedían sin cesar misericordia. Una amiga de Juana, Luisa Mergelina se fue acercando a ellas y decidió apoyarlas. Fue Luisa la que lanzó la idea de la edificación de un convento para que se entregaran a Dios y otras mujeres pudieran seguir el camino que ella proponía. Luisa nació en una familia poderosa y con riquezas. Se la calificaba como honesta, tierna, discreta y respetuosa. Después de la muerte de Leonor, Luisa ocupó el puesto de Prelada del convento. Durante los años que Luisa estuvo en el convento, este disfrutó de una economía envidiable y una disciplina justa y equilibrada[1].
[1] LÓPEZ GARCÍA, M. Ángeles. Tras el muro. 2014 Villena. (221-227). Premios Fundación José M.ª Soler. Premio a la modalidad C. Bachiller y Ciclos Formativos de Grado Superior.