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PÁGINAS WEB QUE HABLAN DE ELLA.

" Cuidado con las mujeres cuando se sienten asqueadas de todo lo que las rodea y se sublevan contra el mundo viejo. En ese día nacerá el mundo nuevo." Louise Michel

NOVIEMBRE ANARKOEFEMERIDES MUJER Y MEMORIA

La historia de las compañeras libertarias que participaron en varios eventos de carácter revolucionario, no se registran en la historiografía clásica, por lo que es un deber, un compromiso y una responsabilidad sacar a la luz dicha historia de garra, compañerismo y combate.

 

 

CRONICA CON DUELO

DEL LIBRO “CRÓNICAS DE UN REBELDE ANDALUZ” DE josé Hiraldo Aguilar de Montejaque (Málaga) y que reside actualmente en Valencia.Octubre 2007

 

Con el alma dolorida por el fallecimiento de una amiga querida trazamos la necrología que nos afectó mucho. Se trata de Antonia Ugeda Fuentes, de Villena (alicante) que se nos fue, según el médico forense , el 24 de Noviembre , en la cama; daba la sensación de no haber sufrido. Se durmió y no se despertó. Los hijos de su compañero Camarasa, paisano de la estimada Antonia, le querían hablar por teléfono, viendo que no respondía, se fueron a su domicilio de Badalona un tanto preocupados. Llevaban llave y no pudieron abrir la puerta por haber dejado la fallecida las llaves en la cerradura por dentro. Avisaron a las autoridades y  estos entraron por la casa del  vecino contiguo a Antonia. Le abrieron a la familia y les dijeron: “la hemos encontrado muerta en la cama”. La sorpresa los dejó anonadados.

Con la fallecida amiga teníamos mucha confianza y cariño recíproco. Eran muchos los años que nos conocíamos. Gran alegría nos daba cuando se desplazaba a Perpiñán para pasar el fin de semana en nuestra compañía. Luego en Valencia para visitar las fallas. Cogida al brazo de Rafaela y el mío corríamos las calles de las mejores fallas, las más famosas.

Hasta el exilio, en los años fuertes de la dictadura, cuando la vida de los rebeldes perseguidos y ejecutados en las tapias de los cementerios no tenía ningún valor, llegaba la noticia de que alguien limpiaba y ponía flores en las tumbas de Francisco Ferrer, el fundador del Escuela Moderna, la de Francisco Ascaso uno de los valores de la CNT y del anarquismo y la de su inseparable Durruti, como homenaje a todos los que sufrían cárcel o fueron fusilados, muchos sin juicio previo. Después supinos que la que había tomado como una obligación el adecentar las tumbas era la compañera Antonia. Antonia tenía madrera de heroína, pero mantenía el anonimato. Igual se presentaba para jugarse la libertad repartiendo manifiestos subversivos que visitaba los presos que sufrían condena en la cárcel Modelo de Barcelona. por temperamento, Antonia era una mujer decidida, amable, cariñosa, generosa; dispuesta siempre y a todas horas, al sacrificio desinteresado. No admitía ayuda de nadie; pero ella o daba todo a que considerase necesitado.

                En los años de guerra Antonia llegó a incorporarse, en tanto que enfermera en el hospital de sangre de su pueblo. Los heridos se alegraban cuando Antonia, la “enfermerita”, llegaba al hospital y les saludaba con un ¡Buenos días, compañeros! Y emprendía su trabajo de curar, quitar vendas y limpiar a los que no podían dejar la cama. Algunos heridos se hacían el remolón  para que Antonia se acercara. Con una sonrisa quedaba cumplido. Todo el trabajo lo hacía con esmero, con voluntad y cariño a los que sufrían. Cumplía su misión como una profesional.

                Al terminar la guerra, Antonia se escondió en el castillo de Villena su pueblonatal. Meses después fue descubierta, y mal tratada, ingreso en la cárcel de Alicante con su madre como cómplice. Los triunfadores con la cruz al cuello no tuvieron en cuenta para nada las cualidades humanas de la “enfermerita”  y de su generosidad para aliviar a todos los que sufrían por todos los medios a su alcance.

                Antonia fue condenada y estuvo tres años enjaulada con su madre. En la cárcel animaba a las demás condenadas. Todas las presas por defender la libertad y divulgar las ideas en las Juventudes Libertarias, la querían y le pedían consejos. No podían pedir nada a la que nada tenía. Puesta en libertad vigilada necesitaba un puesto de trabajo. Las estrecheces económicas se acrecentaban. Hija de familia humilde, sin más propiedad que sus brazos, el hambre llamaba a su puerta, así como a la gran mayoría de trabajadores. Eran los años negros del fascismo. Las amenazas, las palizas, los purgantes de aceite de ricino eran continuos contra el pueblo vencido y hambriento. Era la época bárbara del fascismo impuesto en el país. Diríase que un velo negro cubría toda España. Así pasó el tiempo hasta que un buen día el compañero Ginés Camarasa, carpintero de oficio, que se salvo por un pelín, pensó en ella y se dio trazas para que llegase a Barcelona donde pudo encontrar trabajo de pulidora de mueles que era su oficio. Para lo bueno y lo malo Antonia era una más en el hogar de Camarasa. Se compartía todo  ¡Hasta el hambre!, me dijo una vez con sonrisa.

Ginés Camarasa ya tenía dos hijos (chico y chica) mayorcitos. Había enviudado. La convivencia era muy buena en el hogar de Ginés. Unidos los cuatro, en cierto modo lo pasaban felices, en espera de tiempo mejores.

Ginés Camarasa, con el correr del tiempo, formó pareja con Antonia. Era Ginés un compañero comprometido en la lucha social, en varias ocasiones se cogía del brazo de Antonia y su hijo se encargaban de manifiestos subversivos contra el régimen dictatorial y pasaban muchas horas sembrando el metro y callejones de hojas rebeldes al mismo tiempo que acusaban al régimen de la situación trágica y mísera que vivía España y sobre todo la clase trabajadora. Antonia iba con cada hombre cogida de un brazo para guardar las apariencias. Sin darse honores, Camarasa era militante puntero en la región levantina y  luego estimado por TODOS los buenos compañeros de Barcelona. Por unanimidad de los compañeros más capacitado de la CNT fue elegido  para ocupar la secretaría general de la CNT el querido Camarasa. Ello le valió ser detenido varias veces y encarcelado en la Modelo de Barcelona, llena a tope de compañeros y antifascistas que no dejaban la conspiración en los centros de trabajo y en todos los lugares donde se podía, aunque fuera entre dientes, decir las cosas, criticar al fascismo en toda su amplitud.

En tanto que secretario nacional de la CNT , el compañero Camarasa del brazo de Antonia corrió muchas regiones españolas, llevando propaganda y reorganizando sindicatos y creando contactos nuevos para evitar las detenciones.  También llegaron a París y otro centros o ciudades donde los españoles de la CNT estaban organizados y eran la mayor fuerza del exilio.

Camarasa no se doblaba, se mantenía erguido, sin renuncias, conspirativo siempre; gozando de la confianza de los compañeros catalanes y de toda España. Con Antonia formaban una pareja ideal querida por todos los compañeros libertarios y de la que ya nos queda sólo el recuerdo inolvidable.

Para ellos va nuestro homenaje y el orgullo de ver como el hijo del bueno de Camarasa sigue las huellas de su padre querido. Para todos, nuestra condolencia y estima.

NOTA: Avisadas las sobrinas de Antonia del fatal desenlace, llegaron a Badalona y se hicieron cargo del cadáver; tras mucho papeleo, consiguieron llevar a la difunta a Villena y la enterraron al lado de sus padres, como era su voluntad.

 

El amor puede incluso detener la marcha del tiempo. Bruno Cicognani.

 

RECORDANDO A  ANTONIA UGEDA FUENTES.

E. Camarasa. Revista Villena

Hoy me toca a mí, con gran dolor de corazón, el hacer este humilde trabajo, para recordar y homenajear a la paisana Antonia Ugeda Fuentes, nacida en Villena a las faldas de nuestro Castillo, concretamente en la calle Mirador, el día 21 de Agosto de 1917, y que falleció en Badalona (Barcelona) el 24 de Noviembre de 2006 a la edad de 89 años.

Por su humilde cuna, y por la necesidad que había en los hogares campesinos en aquella época, a los hijos se les ponía a trabajar a la temprana edad de 8 ó 9 añitos, como le ocurrió a ella;   no pudiendo asistir como debía a la Escuela. Pero que ella suplió, cuando fue haciéndose mayor, con entusiasmo y tesón leyendo toda clase de papeles que caían en sus manos, como periódicos, revistas  y algún escaso libro, siendo autodidacta en la formación de su pequeña cultura, por lo que tienen más importancias sus  escritos.

Por eso yo, le dedico este trabajo por merecerlo sobradamente, pues a pesar de vivir por tierras catalanas 63 años, nunca olvidó sus raíces villeneras, siendo como una Embajadora de nuestro querido Pueblo por aquí. Regresando muchísimas veces cuando podía, en Pascuas, Fiestas o Navidades, que los aprovechaba para estar unos días con su familia y saludar a los amigos; a la par que colaboró por espacio de más de 20 años, con amenos y sencillos trabajos en esta Revista de Villena, sin faltar de hacerlo cada año.

Recordó en ellos, nuestras costumbres, lugares y productos de nuestra tierra; así como a personajes como Ruperto Chapí, José Mª Soler y al inolvidable Alfredo Rojas. No olvidando en dichos trabajos, al acompañarlos con fotografías, al igual que reflejó a gente más humilde, como lo fueron familiares y amigos, pues ella siempre pensó, como dicen en una famosa zarzuela: “También la gente del pueblo tiene su corazoncito”.

Recordó a su hermano “Pepico” como ella decía, por su valor y peligro  que representaba su trabajo en las Canteras de Forte, y que por ironías del destino, falleció al cruzar la carretera en un desgraciado accidente cuando acudía a trabajar a ellas.

Recordó en otro trabajo, a su primo José Martínez Ugeda, hijo del “Tío Gato” y la  “Doloricas”, que fueron durante muchos años junto a unos pocos amigos, el alma de la Comparsa de Estudiantes, en la que  su primo José desde muy pequeño también salió en ella, hasta que debido a otro accidente que perdió una pierna, dejó de salir, no obstante el título de aquel trabajo llevó por título: “El Estudiantico”.  

Escribió otro trabajo, sobre el paisano Juan José Sacramento, que a pesar de vivir muchos años por aquí, quiso que sus cenizas fuesen llevadas a Villena, al Barrio que le vio nacer cerca del Castillo.

Pues no sé que tiene nuestra querida tierra, que aunque vivas muchos años lejos de ella, siempre y en todas las circunstancias, la llevas dentro del corazón, no tratando nunca de disimular sus orígenes, cosa que he podido constatar, que otros de otras partes lo han tratado de disimular, en cambio los villeneros no renunciamos a nuestras raíces,  recordando y añorando siempre a nuestra querida Villena.

Volviendo a Antonia; mirar si era agradecida y apasionada de nuestra tierra, que cuando un viejo amigo de Barcelona, viajando por tierras alicantinas, se hizo una fotografía en un caño de las Fuentes de Polop, delante del que está dedicado a Villena y luce su escudo, al dársela a ella, le dedicó un sentido trabajo en esta Revista.

Su último trabajo dedicado a su  hermana Ramona, mayor que ella, lo escribió para la Revista Villena del año 2005, pero debido a que hubo falta de espacio, lo pospusieron para el año pasado en e que fue publicado, cuando ella ya había fallecido.

Por  eso adjunto a mi artículo, además de su fotografía, una Poesía escrita por ella, sobre unos enamorados que van camino de la Arboleda de San Juan, muy frecuentada en aquellos tiempos.

Como colofón diré: que por deseo de su familia, y respetando el sentir de ella, fue trasladada y enterrada junto a su padres en el Cementerio Municipal de Villena.

¡Descanse en Paz! Esta noble villenera,  poseedora de un gran corazón y que tanto amó a la Noble Ciudad de Villena.

 

TEXTOS DE OTRAS PERSONAS O INSTITUCIONES RECORDANDO A ANTONIA.

DE INGENIO HIJO DE SU COMPAÑERO SENTIMENTAL

Antonia nació el 21 de Agosto de 1917 en Villena provincia de Alicante. Siendo la segunda hija de dos mujeres y 3 hombres que tuvieron sus padres, por lo cual las necesidades en aquella época , eran grandes en los hogares obreros, y más en los del campo como era el caso de su padre. Para que se vea la miseria de entonces el Ayuntamiento de Villena, cuando ella tenía unos 6 añitos organizó un  Festival para niños pobres que tuvo lugar en un edificio con grandes salones de la Sociedad Agrícola Mercantil, junto al Teatro Chapí.

            Su abuela era muy avispada, llevó a sus 6 nietos pequeños para que le dieran batitas y zapatos como estaba anunciado, además de una merienda consistente en un panecillo y una onza de chocolate, que les supo a gloria, al mismo tiempo  que sentían gran regocijo por corretear por aquellos salones con la ropa nueva recién estrenada. Pero ella se llevo una gran desilusión, ya que no le llegaron los zapatos y se tuvo que conformar con unas alpargatas, pues al no haber llevado nunca unos zapatos, tenía aquella tarde la ilusión de estrenar unos.

Por su corta edad y l a ignorancia infantil no comprendía el significado de aquel Acto benéfico y le dolió no verse favorecida  como la mayoría con nos zapatos nuevos, y es como digo si no había para lo más esencial de la vida, menos había para unos zapatos que entonces era todo un lujo para los pobres.

Poco después de aquel acto, en el que la abuela con sus nietos se hizo una fotografía, su primo hermano José Martínez Ugeda, que contaba 9 años, tuvo la desgracia de que el autobús que hacía la línea de Villena a  Alcoy, le cogiera una pierna, y a consecuencia de ello, se la tuvieron que amputar a la altura de la rodilla, cosa que le afectó mucho a ella, pues era un primo muy querido, ya que a pesar de ser una niña con 6 añitos  demostraba una gran sensibilidad.

Dado las carencias económicas en aquel hogar, su madre con 8 añitos la puso de niñera con una familia pudiente que regentaban una pescadería muy rentable en la Plaza (mercado), por lo cual dejó la escuela cuando apenas sabía leer y escribir, ya que entonces la enseñanza era poco y deficiente para las niñas.

Estando en aquella casas, fue con aquella familia a las Fiestas patronales de Biar un pueblo cercano a Villena que se divisa el Castillo y las casas que lo rodean, y queriéndole hacer un regalo de una pequeña prenda de ropa, le preguntaron que quería, y ella contestó que una muñeca de las que entonces llamaban “Peponas” y con gran sorpresa de aquellas personas, le contestaron que aquello era de niñas pequeñas, pero ante su insistencia se la compraron con gran ilusión de ella,  ya que nunca en su casa se la habían podido comprar, además tuvo en donde escoger pues Biar siempre las ha fabricado, así como otras clases de juguetes artesanales.

Estuvo un par de años con aquella familia viviendo en Villena, y al trasladarse una  hija casada a Albacete, se la llevaron con ellos de doméstica otro par de años, y al venir con dicha familia a Villena con motivo de la fiestas Patronales, Antonia con poco más de 12 años, le plantea a su madre , de que no quiere volver a servir en aquel trabajo tan esclavo y que piensa dejarlo para ponerse a trabajar en el pueblo, contra el criterio de su madre, que estando ella fuera era una boca menos que atender y se empeñó tanto Antonia que encontró trabajo en la fábrica de muebles de Rafael Mejías, entrando de aprendiza de barnizadora, ya que en aquella época no eran tan rigurosos como ahora con la edad de empezar a trabajar. Y le puso tanto empeño en aprender el oficio, que con 14 años ya casi lo dominaba, y dado que en aquella fábrica la mayoría de los obreros estaban afiliados a la CNT  se apuntó al Sindicato, pues a pesar de no contar con mayor edad, comprendió que eran lo que verdaderamente luchaban por los derechos y libertades de los trabajadores.

Así los años de la  República los vivió intensamente y en el trabajo muy unida entre otras a su prima Consuelo Samper, Pura Navarro y a la que había sido su maestra en el oficio: virtudes Sánchez, hasta el extremo que a primeros de 1936, encabezó una huelga promovida por las mujeres barnizadoras, con motivo de la expulsión de una compañera de ellas injustamente, hasta el extremo que el Dueño para intimidarlas, avisó a la Guardia Civil, pero ello sirvió para exponer a los hombres que la secundaron al ser como digo, casi todos de la CNT con lo cual el dueño aunque a regañadientes, se vio obligado a tenerla que admitir de nuevo en su trabajo.

Al comenzar la Guerra en julio de 1936, además de la  CNT se afilió a las Juventudes Libertarias, en las que ayudaban en la Escuela nocturna y con la Biblioteca, a culturizar a los jóvenes obreros, entre las que se encontraba Antonia con gran deseo de saber.

Por iniciativa de su primo José (el que se quedo cojo) el cual también era de la Juventudes Libertarias y unos jóvenes más, montaron una pequeña Emisora local de radio en la que daban noticias del pueblo, del Frente, y hacían propaganda Anarquista, poniendo también discos de música, que entonces en el pueblo fue todo un acontecimiento.

También en el Teatro Chapí se hicieron algún Festival a beneficio de los milicianos de Villena que había en el Frente, con obritas teatrales, actuaciones artísticas y el pase de algunas vieja película traída desde Alicate de contenido social.

Dado que por motivos de la Guerra, no había mucho trabajo al no poder exportar muebles, los hombres se iban defendiendo al haber muchos jóvenes en el Frente, así por medio de Pascual Gimenez que entonces estaba de Presidente del Sindicato, les sugirió que unas cuantas se apuntaran a un cursillo de enfermeras, para cubrir las plazas que necesitaban en el recién creado Hospital de Sangre de Villena, como así hicieron y pudieron entrar en él. Dicho Hospital, fue creado a instancias del Ministerio de Sanidad y organizado por el Teniente Medico, Julián Cervantes Infantes, compañero muy cualificado de la CNT de Madrid, y que aprovechando los enseres y camas de un viejo Hospital que ya existía, lo fueron modernizando y dotándolo con otros más modernos y con material quirúrgico y medicinas de más actualidad, que con la unificación de los Médicos y su ayuda, funcionaba a la perfección con la incorporación también de las nuevas enfermeras. Por cierto, que en algún libro en el que aparece Villena en esa época, se lo atribuyen al Socorro Rojo Comunista su creación. Nada más lejos de la verdad, ¿Acaso hubieran ellos consentido en su afán de controlarlo todo, que el máximo responsable de dicho Hospital fuese un hombre de la CNT? ¡jamás de los jamases!

El Hospital, seguía con su ayuda a los heridos que iban llegando del Frente, y que lo hacían a altas horas de la noche en trenes sanitarios, para que no fuesen bombardeados por los aviones fascistas. Pues a últimos de 1936 cuando bajaba por la tarde un tren procedente de Madrid con los primeros milicianos que venían con permiso Villena y estaba casi medio Villena esperándolos en la Estación, de pronto se presentó un avión ligero procedente de Alicante a bombardear dicha Estación, que provocó un verdadero pánico entre la gente y una gran desbandada al ver caer las bombas, que por verdadero “milagro”  como diría un creyente, las dos primeras de las tres que lanzó, cayeron en unos montones de esparto que había en el Muelle de carga y no hicieron explosión, si haciéndolo la tercera sobre un paso a nivel que había después de la Estación en la calle San Cristobal, que dañó la barrera que había de hierro y derribando una casa que hacía esquina y  mató a su dueño que era conocido por el apodo del “Tio Calavero”, como digo, si las dos primeras hubieran explosionado, hubieran hecho una verdadera carnicería.

El avión una especie de caza, venía de donde tenía su Base en Palma de Mallorca, que era la sede de la aviación  italiana de fausto recuerdo en toda la Costa mediterránea.

En el año 1937, estando Antonia en el Hospital, tuvieron que atender a un aprendiz que trabajaba en la Fábrica de Muebles que había estado trabajando ella, debido que al estar pasando unas piezas por la máquina regruesadora, tuvo la mala suerte de que uno de los rodillos, le cogiera la mano  parte del brazo, por lo cual le quedó aplastada y tuvieron que amputarle dicho brazo, quedando manco para siempre el pobre muchacho. Era el hermano pequeño del buen compañero Luis López “Santana” y que los cuatro hermanos pertenecía a la CNT, siendo Luis uno de los que se pudieron salvar al venir a Barcelona a esconderse.

Otra anécdota, pero no tan trágica, le ocurrió a Antonia  estando de guardia en el Hospital, y fue que al llegar una expedición de heridos en la noche, llegó el hijo pequeño del médico operador D. Luis Delgado de Molina, (el mismo que amputó la pierna a su primo José Martínez)  y Antonia al ver de quien se trataba, en vez de ponerlo en las Salas con los demás herido ya que era una herida leve, lo acomodó en un cuartito que había cerca del Quirófano con un par de camas, que servía para alojar a los que tenían que operar, por lo cual al otro día en la mañana al venir dicho Médico y ver ocupada dicha habitación, le montó un “cirio” a Antonia por ocuparla sin su permiso, ante lo cual después de aguantar la reprimenda le dijo: doctor, ¿que no ha visto quien está en la cama? Entonces se acercó y al verlo se abrazaron pidiendo disculpas a Antonia. Y como era a últimos de 1938, el Doctor a pesar de ser leve la herida y haber curado, se las arregló para tenerlo a su lado y que no fuera ya al Frente. Aquel Doctor dicho sea de paso, resultó un “facha” que tenía otro hijo mayor que era abogado y al pillarle en la Zona nacional y ser falangista, cuando terminó la Guerra fue el primer Jefe de Falange en Villena, sin embargo el otro hijo pequeño al estar en Villena y ser movilizado por la República, no tengo referencia de que se significara tanto a pesar de cómo se ve era de familia derechista.

Bueno, la cuestión es que estuvo funcionando perfectamente hasta el final de la  Guerra y con él las Enfermeras entre las que estuvo hasta última hora, Antonia Ugeda, cumpliendo su valiosa labor. Por eso al venir el desastre en 1939, Antonia marcha con otras compañeras de las Juventudes Libertarias hacia Alicante, cuando casi estaban entrando a Villena las fuerzas franquistas, pues ya se habían ido antes los compañeros más significativos, para ver si pueden embarcar para el exilio. Por lo cual se encuentra con los compañeros que no pudieron embarcar en el Puerto de Alicante, y con los miles de soldados republicanos, que desean todos lo mismo pero que fueron apresados por los fascistas.

Al ser rodeados por las fuerzas italianas, que fueron las primeras en llegar al ser morizadas ligeras, pasó todas la vicisitudes hasta la rendición del Puerto, en los que son conducidos ya por el ejército regular que había ido llegando, hacía un improvisado Campo de Concentración en las afueras de Alicante en dirección hacia Valencia, famoso por el hambre que pasaron y al ser un inmenso Campo de Almendros rodeado de alambradas, los prisioneros mitigaron al principio dicho hambre comiéndose las almendras aún sin cuajar, para luego ir haciendo lo mismo con las hojas y los tallos tiernos, y al ir pasando los días con una desastrosa alimentación, se llegaron a comer hasta las cortezas más tiernas, dejando aquellos pobres árboles como si  hubiera pasado la plaga de la langosta por ellos o una inmensa pedregada.

De aquel campo, a las mujeres, las trasladan a los Teatros y Cines y a los hombres los llevan en expediciones por tren al fatídico Campo de Concentración de Albatera. Antonia, enseguida logra escapar y decide volver a Villena sigilosamente, escondiéndose en casa de un tío suyo que tenía una casita a las faldas del Castillo, estando ella camuflada en una habitación excavada en forma de cueva en la peña caliza, en donde también había un hombre amigo de su tío de un pueblo cercano a Villena.

El día 4 de Mayo se presentan los falangistas para detenerla, por la delacción de una socialista, que al ser detenida dijo: ¿Por qué no hacían lo mismo con Antonia que estaba en casa de su tío?, por lo cual fue ese el motivo de ir a buscarla, y en aquel momento el otro hombre intentó por una especie de chimenea- respiradero escapar sin ser visto, pero al ser estrecha no lo  logró, por lo que fue sacado estirándole de los pies y llevado junto a Antonia detenido.

Primero estuvo detenida en los sótanos de una casa regia y sólida en la que ya había detenidos más mujeres y hombres, conocida por la Casa de Doña Filomena Candel familia acaudalada de Villena, en donde además de Cárcel, estaba instalada en el piso de arriba Falange Española, en donde hacían los “interrogatorios” a los detenidos, a los que bajaban diariamente al sótano, después de las correspondientes palizas, por lo que Antonia en los meses de mayo y Junio que le tocó estar allí , le tocó de lmpiar y cura cm buenamente podía, las heridas de los que eran interrogados para  ir haciendo los atestados que tenían que firmar, de ahí que para terminar de una vez, fueron capacer de firmar que habían intervenido hasta en la muerte del cid Campeador ¡Que caritativos fueron aquellos “cristianos ” repartiendo Hostias! .

Además allí tuvo otra amarga experiencia, como fue el intento de violación por unos jóvenes falangistas, cuando ella y otra detenida efectuaban las labores de limpieza de las distintas estancias y despachos, cosa que no pudieron consumar, pues a los gritos, acudió el Cabo de la Guardia Civil que ya era veterano y que cuidaba de la vigilancia de dicho edificio, y los atajó diciéndoles: ¡que las dejaran tranquilas y que si lo intentaban otra vez, el mismo les pegaría un tiro!, con lo cual ya no las volvieron a molestar, seguramente aquel hombre a pesar de pertenecer a aquel cuerpo de tan triste memoria, tendría hijas de su misma edad, con lo cual no se portó mal con ellas.  

De allí las mujeres que en principio estaban con los hombres, fueron trasladadas a la Comandancia Militar, en la que no había detenido hombre alguno, únicamente los trasladaban para los interrogatorios por los soldados de la 2ª Bandera de Castilla, que eran los que ocupaban el pueblo de Villena.  Al edificio, también era de regia construcción propiedad de un rico y afamado creador  de vinos llamado Salvador Amorós,  dueño de Bodegas en Villena y otras poblaciones.

Antonia como siempre, siguió con su cometido de limpiar y curar a los apalizados, pues tampoco se quedaron mancos al repartir hostias. Pero aquí hizo otra labor más peligrosa, pues aprovechando cuando efectuaban la limpieza de los despachos, miraban los archivadores en donde guardaban las declaraciones efectuadas por los detenidos y comunicárselo a los que tenían que interrogar otros días, para que coincidieran las declaraciones el máximo posible y no caer en contradiciones que les pudiera perjudicar, aunque las hostias cayeran igualmente. Pues allí desde el primer piso intentó suicidarse ante los castigos sufridos, el que fue magnífico compañero de Benejama: José A.Mollá Bernabeu, gran amigo que fue de Ginés Camarasa y todo un dechado de buena persona y  bondad.

Esta labor duró hasta que la trasladaron a al Cárcel Municipal, ubicada en la planta baja del edificio del Ayuntamiento, que a pesar de ser antigua, reunía mejores condiciones, ya que tenía un patio central en donde podían tomar el sol pero a pesar del cambio, Antonia tuvo que continuar con su labor de enfermera a la fuerza, para mitigar el dolor y curar las heridas ya que hasta que no estuvieron todos los atestados hechos y firmados, la medicina en todas partes fue la misma.

La cárcel estaba custodiada, por tropas moras muy estrictas en la vigilancia, ya que ni a los chiquillos nos dejaban pasar por la acera que bordea el Ayuntamiento, pero desde fuera como la puerta de entrada es muy amplia, veíamos como hacían sus oraciones con las posaderas atrás al arrodillar y con aquellas bolsas en  sus pantalones, que los chiquillos por el peligro que tenía, no nos reíamos pero nos daba ganas de  hacerlo cuando adoraban a Alá su Dios, pero que ellos durante el curso de la Guerra, robaron, violaron y mataron a horados españoles con el beneplácito de los que no fueron mejores: los católicos, apostólicos y romanos con su ”cruzada de muerte”.

Cuando por fin los trasladaron en camiones a Monóvar, hasta que no estuvieron allá, no se sintieron seguros, ya que existía el precedente, que en muchas partes decían que los trasladaban y los asesinaban en cualquier cuneta o tapia de Cementerio.

En Monóvar, a pesar de estar presos, había más tranquilidad, pues era un verdadero Penal en que los dejaron más tranquilos y tenían más espacio, pues estaba en lo que había sido antiguo Convento con gruesos muros amplias salas y celdas.

Estando en Monóvar, hubo una epidemia de tifus, por cuyo motivo a las que lo padecían las aislaron y Antonia para atenderlas no dudó en encerrarse con ellas a pesar de no tenerlo, para poderlas atender, ya que las monjas por miedo a contagiarse las tenían en cuarentena y procuraban no acercarse mucho a ellas, hasta que pasó aquello y pudieron convivir otra ver todas juntas. 

Pero antes ocurrió un hecho que demuestra el espíritu indomable de Antonia, que fue con motivo de la Pascua, en que las hicieron comulgar e ir a la Misa correspondiente, a lo que Antonia se negó, y a pesar de que hipócritamente dijeron que era un ejercicio voluntario, la castigaron durante un mes a no recibir las visitas familiares que se efectuaban todos los jueves, por lo cual sus hermanos que se habían desplazado desde Villena a pie por carecer de dinero para coger el tren, no la pudieron ver y únicamente les dejaron entrar la comida que les traían a ella y a su madre, que por una acusación de una mala vecina, también se encontraba con ella para más pena y tristeza de Antonia, así como una tía, hermana de su madre, que era mayor. Esa era la “Justicia ” de Franco.

Allí estuvieron hasta finales de 1941 que los trasladaron a Alicante , con motivo de un intento de fuga por parte de los presos de Villena, que habían excavado un túnel pero que fueron descubiertos. En Alicante, los hombres fueron a parar a la Cárcel con todos los demás presos de otras partes para ir haciéndoles los Juicios, y a las mujeres a un Reformatorio con las demás presas que igualmente les iban realizando los respectivos Juicios.

En Alicane compartió prisión con su madre y alguna paisana más después de hacerles los juicios, a su tía la mandaron a cumplir condena por la parte de Córdoba o Jaén , y  a su  madre la dejaron con ella en Alicante, en donde a Antonia le impusieron la pena de 20 años y a su madre algo menor, por lo cual Antonia ante la perspectiva de estar tiempo en prisión solicitó el puesto de Paquetes que le fue concedido, y aquí como siempre hizo una valiosa labor, ya que a través de los cocineros que iban de la Cárcel de mujeres a la de los hombres, llevaba recados  y pequeños escritos en los que además de comunicados familiares, se trasmitían las condenas que les iban cayendo, sobre todo las que por desgracia eran de muerte, como Enrique Albero, Agapito Saborit, Ramón y José Domene, “los Moliné”, Pascual Giménez, Jacinto y a alguno más, que sumaron unos 18 en total, más bien más que menos. No les tembló la mano al segar la vida de todos aquellos jóvenes compañeros que habían luchado por la Libertad, pero que la nueva INQUISICIÓN no tuvo piedad con ellos.

Aparte, entre las mujeres también hubo su tributo, no importándole ni la edad ni la condición en que se encontraban, pues se da el caso de una Crevillentina, que dio a luz en la Cárcel y le dejaron tener a su  hijo  con ella después de haber fusilado ya a tres familiares allegados suyos. Aquel niño que criaban entre todas, se llamaba el bonito nombre de Alegría, pero que poca le dieron ya que al fusilar a su madre, la tuvieron que entregar con sus abuelos, y aún gracias que lo hicieron así, porque se daba el caso que a casi todos los hijos de las fusiladas, se hacían cargo las monjas al meterlos en Orfelinatos o conventos de Monjas.  

Se dieron casos de verdadero sadismo que tenían como le ocurrió a la compañera y paisana Aniceta Mañas, que a la hora de fusilar a su marido Jacinto Esteban con diez presos más junto , éntrelos que e encontaban los paisanos Pascual Gimenez y José Domenech, no la dejaron ir a verlo, al no estar casados por la Iglesia, pues nada más lo habían hecho por lo Civil en el Ayuntamiento y a pesar de tenr un niño de corta edad no lo consideraban válido, por lo que tuvieron que apechugar con aquella imposición para poder estar unas hras con él y poderlo despedir y abrazar por última vez, para que a Iglesia vaya diciendo ahora el respeto a ala libertad de conciencia y de culto, ¿Qué Libertad?, ¡la suya!

El fatídico día de aquellos fusilamientos en el Cementerio de Alicante en que murieron  11 paisanos, fue el 21 de Julio de 1942, y Antonia mientras  vivió, no dejó de mandarles a su familia una cantidad de dinero cada año, para que les pusieran flores en sus tumbas, pues aquellas muertes le afectó en gran manera, por ser el asesinato mayor cometido contra compañeros paisanos y amigos de Villena.

Cuando el 12 de Mayo de 1943 a los cuatro años de ser detenida, le conceden la Libertad vigilada, con residencia en Villena, en donde se tiene que  presentar en Falange periódicamente, para así poder controlarla y pasar “revista” para ver como se portaba, ella de tapadillo marchó a Teruel, en donde vivía camuflado su compañero Joaquín García, con el propósito de estar con él, ya que la familia de Villena le había proporcionado su dirección; encontrándose con la sorpresa de que él se había casado con otra mujer y tenía familia, ya que su matrimonio en el 1937 con él no era válido y él no tuvo paciencia en esperarla, a pesar que siempre dijo que al ser su primer amor no la olvido nunca. Ante aquella sorpresa,  decepcionada, se vuelve otra vez a Villena, y como no quería vivir en el pueblo con aquella ansiedad e inseguridad, decide ponerse en contacto con Ginés Camarasa en Barcelona, para que consiga un Aval de una persona como familiar suya, para así pedir la residencia en Barcelona y poder trasladarse a la Ciudad Condal. 

Por medicación de un paisano y buen compañero, llamado Antonio Olaya como si fuera tío suyo, lo consigue trasladándose a Barcelona a últimos de 1943, para lo cual Camarasa le ha encontrado trabajo en un pequeño taller en el que ya trabajan algún compañero más, y que se dedica a la ebanistería, a la  par, que por medio de Maria Leal “La manzana” que es paisana y vive junto a sus padres cerca de la Plaza España por estar viuda con una hija, le proporcionó vivienda realquilada en el mismo edificio en donde viven ellos. El hermano de Maria, fue el buen compañero Francisco Leal “Manzano” que en compañía de Agapito Saborit y de Eulogio Fernández, estuvo luchando en la “Columna de Hierro” que era confederal y salió de Valencia, combatiendo en el Frente de Aragón.

Por aquel entonces, además de los que llegaron a Barcelona a camuflarse ,  fueron viniendo compañeros y paisanos al ir saliendo de las cárceles, entre los que se encuentran buenos compañeros y algunas jóvenes compañeras de Antonia en las Juventudes Libertarias, pero que han hecho mella en los años pasados en las prisiones, y aunque no dejaron las Ideas, dejaron de actuar en la clandestinidad por el temor de ir otra vez a la cárcel, temor muy fundado en la terrible represión que sufrieron los compañeros que volvían a caer en las garras del franquismo.

No obstante tanto Antonia como Camarasa, no dejaron de tener relación con compañeros de otras partes y sobre todo de la Región Valenciana, aragonesa o andaluza, que eran los que más había por Barcelona y con el ánimo de mantener viva la llamita de la Confederación y las Ideas Anarquistas, a pesar de las innumerables  “caidas” que hubo en aquel largo tiempo de la duración de la Dictadura.

En Octubre de 1944 fallece la compañera de Camarasa, y Antonia acude a su casa para hacerse cargo de las necesidades en el hogar familiar sin dejar de trabajar ella en su oficio de barnizadora.

En 1945 al caer el Comité Regional de Cataluña, es detenido Camarasa en compañía de numerosos compañeros, pero al no encontrar nada en el domicilio no poder probar nada en Jefatura en donde estuvo 15 días con los duros interrogatorios, como castigo lo mandaron un més como preso Gubernativo entre los chorizos y ladrones como preso común, en vez de mandarlo con los políticos. En todo este tiempo y sin dejar de trabajar Antonia de barnizadora, le lleva la comida a Jefaura y la Cárcel Modelo, a la par de  hacer gestiones para poder comunicar con él por medio del paisano y amigo Antonio Guillén, que al haberse convertido en un Industrial del ramo de la cerrajería en Barcelona tiene amigos influyentes.

En 1947, Camarasa se hace caro de  la Secretaría de Jurídica y Pro-Presos en el Comité Regional, ayudando Antonia en las visitas a la Cárcel de Mujeres de las Corts, en la que estaban entre otras, las compañeras Joaquina Dorado y Rosita Mateu, y a través de Rosita Mateu con quien tanto Antonia como Camarasa intimidaron mucho, y a través de ella y un funcionario de prisiones, les entregaban escritos y ayuda económica, pero en el transcurso del año, cae el Comité Regional y Camarasa es de nuevo detenido, pero como pasó la otra vez, al no encontrarle nada en el domicilio no lo pudieron implicar y después de unos 10 días en Jefatura es puesto en Libertad, habiendo hecho Antonia el mismo trabajo de llevarle la comida y comunicar con él. El que nunca encontraran nada en el domicilio de Camarasa, se debe en primer lugar que al funcionar el Comité Pro- preso un poco al margen del Comité y Camarasa tener una extrema precaución, ya que siempre tanto la documentación, los sellos de cotización así como la prensa clandestina, se la guardaba un buen compañero asturiano en su casa, al ser vecino y vivir un piso encima de la planta baja en donde vivían y trabajaba Camarasa, y también más de  una vez Antonia en el taller de Ebanistería que trabajaba se lo guardó, con lo cual como he dicho nunca cayó nada en poder de la Policía.

Como van pasando los años y muchos compañeros comprometidos por los años 1947- 1949, cansador de ir cayendo en manos de la policía, pues nunca dejaron de actuar e ir formando Comités Nacionales, Regionales, Federaciones Locales, etc, además de ir publicando la Prensa Confederal clandestina, deciden marchar a Francia; van faltando compañeros para ocupar cargos, ya que los que quedaban por España, el que no estaba en la Cárcel estaba “quemado” , Antonia ayuda en lo que puede a Camarasa ya que caso insólito, fue durante más de 10 años hasta 1958, el responsable del Comité Pro-Presos, dentro de los Comités que iban cayendo, no haciéndolo él, ya que había que atender a los miles de afiliados que llegaron a haber que cotizaban en la clandestinidad, con el riesgo que ello reportaba, pero es que mientras vivieron los viejos militantes, la CNT no se entregaba ni claudicaba, siendo los Sindicatos de Espectáculos Públicos, Metalurgia y  Textil los que más aportaban en la economía.   

En 1958, ya a últimos de año, Camarasa vuelve a caer, pero esta vez por suerte, no lo es por la caída de ningún comité de la CNT, sino que al caer lo menos 50 socialistas del Moviment Socialista de Raventós, le cogieron la dirección suya, pues con la autorización del Comité Regional de la CNT de Cataluña, tuvo unas entrevistas con ellos, y al ser todavía un Moviment no muy veterano, estirando del hilo sacaron todo el ovillo y a Camarasa lo implicaron con ellos, como digo con mucha suerte, pues al no poder la policía implicarlo después de estar con todos ellos en la Cárcel Modelo, salió cerca del mes y en Madrid no encontraron pruebas, para dejarlo en la Cárcel y le dieron la Libertad, pues la policía que era tan “sagaz ” si no hubiera sido por los confidentes, muchas de las veces no se hubiera comido un “rosco” ya que como digo, al no haber muchos compañeros, Camarasa fue Secretario del Comité Nacional de la CNT desde 1958 a 1960, y le dejó dicha Secretaría a Ismael Rodríguez, sin caer por dicho motivo a pesar de ser detenido con los socialistas, ni cayeron por esa causa sus colaboradores, German Bueso, Torremocha en Barcelona, ni Melchor Rodriguez, Bernardo García ni Sánchez Cordobés que lo hacían desde Madrid.

Durante los dos años que duró el Comité, Antonia fue la compañera inseparable de Camarasa, no eludiendo el peligro ni la responsabilidad  que ello reportaba, pues en 1959 como secretario del comité Nacional, realizaron un viaje como si de un viaje turístico se tratara en el que fue Antonia con él, además del paisano y compañero Pedro Pujalte y su compañera, para contactar con compañeros de confianza de Levante, Andalucía y Centro. Al conocer a los compañeros, no tuvieron problemas, pero en Andalucía a pesar de las direcciones de los compañeros se las proporcionó Torremocha, no fue tan sencillo, ya que había muchas precauciones y temor en aquellos viejos compañeros, por la dura y sangrienta represión que había habido durante tantos años y por ese motivo los compañeros no se terminaban de fiar con los que iban de otras partes. Aquel viaje excursión, lo realizaron por medio del compañeros García de las Corts, que a través de un Club Excursionista, “Águilas de las Corts” organizaban viajes familiares de 8 días en autocar. Por eso resultó de lo más discreto posible.

Más tarde realizaron otro viaje Antonia y Camarasa por Francia, para contactar con el exterior y visitar compañeros de confianza, pues en Tolouse lo hizo con el compañero de Elda, Eduardo Busquier, en París con Manuel Sirvent, también viejo compañero de Elda, así como con Hermes  Piquer, que aquí lo conocimos con el nombre supuesto de Figueras, así como con Ramón Álvarez, ya que era el yerno de Juanel, también viejo conocido desde hacía muchos años (desde 1927 cuando la Fundación de la FAI) además de algún otro compañero y paisano, al tener en ellos la máxima confianza, que es la base de que no hubiese “filtraciones”.

En 1961 y cuando ya no era Secretario, también hicieron un viaje para ver el Exilio del Norte de África (Marruecos) yendo hasta Casablanca en donde vivían entre otros el viejo militante y paisano, Marcelo Lillo Catalán, que pudo salir del Puerto de Alicante en el último barco que salió hacía Orán con 10 paisanos en la noche del 28 de Marzo de 1939 y a los cuales Camarasa les había entregado los  Pasaportes.

Por cierto, en un libro sobre “La CNT durante el franquismo, clandestinidad y exilio (1939-1975)”su autor Ángel Herrerín, en el apéndice y sobre los Comités Nacionales en todos los años de la clandestinidad, no lo considera como Comité Nacional, y si al de Ismael Rodríguez que actuó menos tiempo, pues lo fue del 10 de Octube de 1960 a Octubre de 1961 que cayó en manos de la Policía, y que el “testigo” se lo había entregado Camarasa con toda la documentación del mismo, después, como he dicho, de actuar durante dos años y no caer en manos de la Policía, seguramente ese sea el motivo, al no figurar en los archivos de la Policía “no existió”, pues dichos archivos han sido la  mayoría de las veces las fuentes de información de los escritores de dichos libros, más que las informaciones de los verdaderos protagonistas de aquellos hechos. También fuentes de su información, son los archivos del Intercontinental, que muchas veces no tuvieron informaciones fidedignas de lo que pasaba en el Interior con la CNT que no quería ser manipulada desde el exilio.

Los viajes que en aquel tiempo hizo Camarasa por motivos orgánicos, algunos acompañado por Antonia y con la prudencia debida, al no pernoctar nunca en hoteles o Pensiones, la Policía no tuvo constancia, ya que constatando en las notas de gastos nada más había los de los gastos de billetes en tren, pues el hospedaje siempre lo hicieron en casa de compañeros de plena confianza.

Con el paso del tiempo, van falleciendo compañeros y compañeras, y Camarasa  empieza a padecer la enfermedad del Parkinson. Es atendido con cariño por Antonia, y el último viaje  que hicieron juntos, fue por Levante y Centro para defender la verdadera CNT de los “cinco puntistas” con el apoyo de los viejos compañeros, sobre todo los que fue el núcleo de los compañeros que se conocieron a través del Grupo de Levante, que en los años duros de la clandestinidad confraternizaron mucho, al ir cada domingo o festivo al paraje conocido por Las Planas, en el cual con motivo de comidas familiares y campestres, se conspiraba en contra del Régimen y en pro de la CNT, pues hasta en la época que era prohibido visitar las “Tres tumbas” (Ferrer Guardia, Ascaso y  Durruti ) ellos iban a adecentarlas y el compañero Villar Sánchez que era jardinero se encargaba de traer flores y plantas para plantarlas allí.

En junio de 1972 fallece Camarasa en Barcelona que fue acompañado por numerosos compañeros hasta Montjuic, en un entierro sin cruces ni curas , como él había deseado, y Antonia se marchó a vivir a un pisito de Badalona, que con mucha ilusión habían acondicionado para poder estar tranquilos, pero que al no poder ser por el dichoso Parkinson y que al seguir Antonia trabajando de barnizadora, le ayudó  hasta que al estar encamado unos meses antes de su muerte, Antonia pidió permiso en el trabajo para poderlo atender debidamente, ya la muera con  todo el gusto del mundo, tenía que atender al marido (el hijo de Camarasa) y a tres hijos, siendo esta tarea casi imposible, por lo que Antonia estuvo a su lado hasta última hora.

En Badalona, ella no se aisló pues continuó con la relación de todos los compañeros y compañeras que habían tenido Camarasa y ella, más otras que iba encontrando cuando se jubiló en el Sindicato y en los actos nuestros a los que asistía, como el 1º de Mayo y  la celebración del 20 de Noviembre en Montjuic, y que tomó la tarea de todos los años, además de adecentar el sitio llevar flores a las tumbas.

Además y por el lógico paso del tiempo, van desapareciendo todos aquellos viejos compañeros y compañeras. El último, Mariano Casasús, así como antes lo había hecho Fontaura, a quien conoció a través de Camarasa y que ella continuó con la correspondencia hasta que falleció en Francia.

En lo familiar murieron sus padres, tíos y primos. Pero las muertes que más le afectaron fue la de su cuñada María Carpena, el 27 de Septiembre de 1977 y al poco más de un año su hermano Pepico, como ella le decía, de un desgraciado accidente cuando en la mañana iba a trabajar en las canteras de extracción de piedra de Forte, en la que tenía el peligroso trabajo de poner lo barrenos, y que nunca le ocurrió nada, y en aquella nefasta mañana del 27 de Noviembre de1978, al cruzar la carretera para ir al trabajo, un camión lo atropellara y lo matara en el acto, dejando a las dos hijas jóvenes huérfanas de padre y madre. Y que Antonia quiso tanto, ya que siempre fue su casa en Villena, el sitio que tuvo cobijo siempre que fue a Villena. Su Pepico, al ser el mayor de los tres hermanos que seguían a Antonia, fue el que cuidó de ellos y de la casa cuando tanto su madre como ella se encontraban encarceladas y de su padre que se tenía que ir al campo todo el día a trabajar.

Para mitigar su soledad, pues su primer amor Joaquín García falleció en 1980, sin haber vuelto a unir sus vidas, tuvo mucha actividad con compañeras y compañeros a la par de que se escribía con bastante gente, y aunque lo hacía de año en año colaboraba con variados artículos , en la revista del pueblo titulada VILLENA, hasta 2006 y asistió el 19 de Noviembre de 2006 al acto en Montjuic, en donde pudo abrazar a Colette la hija de Durruti, así como a Concha Pérez, a Joaquina Dorado y Antonina Rodrigo entre otras y que mantenía una estrecha relación, ¡quien iba a decir que cinco después fallecería en Badalona! por expreso deseo de ella, su familia hizo los trámites y fue llevada a su pueblo natal Villena, siendo enterrada junto a sus padres en el Cementerio Municipal, conco días también de haber fallecido , que fue el 24 de Noviembre de 2006.

¡Descanse en Paz esta tenez luchadora en pro de la Libertad! Como pensaba ir para final de año con su familia a Villena, tenía escrita infinidad de Postales de Felicitación a familia y amigos, a las que le dimos curso como ella hubiera deseado que se hiciera, pues por su simpatía y amabilidad con todas las amistades con las que se relacionó así como con compañeros y compañeras ella se lo merecía, además escribieron sentidos escritos recordatorios, que han sido publicados en Revistas nuestras. El compañero Manuel Milán de Villena, compañero suyo de la CNT y las Juventudes Libertarias de Villena, que compartió cautiverio mientras estuvieron en su pueblo natal, así como el buen compañero y gran amigo José Hiraldo Aguilar, que aunque andaluz de origen, vive actualmente en Valencia y que se escribía periódicamente con ella, además de ser autor de muchísimos artículos en nuestra prensa y en Revistas, le dedicó con sentidas palabras el libro : “Memorias de un rebelde andaluz” y que también en la Revista SIEMBRA de Alcoy de la cual es asiduo colaborador, escribió un sentido trabajo recordándola, y ahora con gran sentimiento y no olvidándola y que ella no podrá ya leer, le dedica otro trabajo en la segunda parte del libro y en otro tomito, que tiene el título: “Crónicas de un Rebelde Andaluz” aparecido recientemente.

Tuvo muchas vivencias que ella hubiera podido plasmar más certeramente, pero al hacerlo yo por sus conversaciones y convivencia a través de más de 60 años, me parece que lo esencial queda aquí reflejado, ya que lo considero un pequeño tributo a su memoria.

Ingenio

 

RESEÑA DE LA VIDA DE ANTONIA EN UNA REVISTA FRANCESA

Reconstruction suppose transmission de l´idée de la CNT: la biographie d´Antonia Ugeda Fuentes  (1917 2006) nous donner des éléments sur l´anarchosyndicalisme. Ayant  comencé â travailler à 14 ans comme vernisseuse dans une usine de meubles à Villena (province d´Alicante), elle se syndique à la CNT et apprend avec  ses camarades femmes à défendre ses droits. En juillet 1936 elle est volontaire comme infirmière, dans les jeunesses libertaires et Mujeres Libres. En mars 1939 elle est arretée et enfermée dans un camp de concentration, d´où elle s´évade. Emprisonnée de nouveau en mai  1939 , il applique ses   connaissances d´infirmière aux militants torturés. Condamnée à 20 ans de prison, elle est nommée au service des paquets, ce qui  lui permet de faire passer des message des prisonniers à  l´extérieur. En mai  1943 elle est en liberté surveillée et s´installe à Barcelone. Elles forment un couple avec Ginés Camarasambrase, secrétaire du comité clandestin de la CNT entre 1958 et 1960. Antonia assure de nombreux contacts. Depuis l´époque de la clandestinité, Camarasa, Villar, le jardinier et Antonia se sont occupés des Trois Tombes (Ferrer Guardia, Durruti et Ascaso). Antonia jusqu´à  la veille de sa mort a continué ce rite. L´année dernipere, elle a pu embrasser Colette, la fille de Durruti.

 

ANTONIA UGEDA FUENTES

EN LA REVISTA POLÉMICA. Pág 7

Antonia Ugeda Fuentes, nació en Villena (Alicante) el 21 de Agosto de 19917 y falleció en Badalona el 24 de noviembre de 2006 a la edad de 89 años.

                En 1931 y con 14 años, entró a trabajar en una importante fábrica de muebles de Villena en el oficio de barnizadora. Fue entonces cuando Antonia se afilió al sindicato de la CNT e inició, junto a otras compañera más veteranas, la lucha en defensa de os derechos de las mujeres en el trabajo.

En julio de 1936, al pronunciarse el alzamiento militar, en Villlena triunfan las izquierdas. Muchos jóvenes se alistaron a las columnas que partieron para defender Madrid y en Villena se organizó un hospital de sangre para los heridos que bajaban del Frente. Antonia, tras asistir a un cursillo de enfermería entró a ofrecer sus servicios sanitarios, a la vez que colaboraba en las Juventudes libertarias y en la sección de Mujeres Libres.

A finales de marzo de 1939 se dirigió, junto a otros compañeros , al puerto de Alicante con la idea de embarcar hacía el exilio. Pero los barcos no llegaron nunca y en su lugar, las fuerza ligera italianas tomaron el puerto alicantino y detuvieron a miles de luchadores por la libertad, entre ellos, numerosos militantes de CNT. Los militares con galones y los más significados, fueron llevados al castillo  que domina Alicante y el resto , miles, fueron traslados a un improvisado campo de concentración conocido como Los Almendros de donde Antonia consiguió escapar antes del siguiente destino, el campo de exterminio de Albatera.

Sigilosamente regresó a Villena y se escondió en casa de unos familiares pero desgraciadamente fue descubierta y detenida en mayo de 1939. Tras pasar por las dependencias de la Falange y Comandancia Militar, Antonia acabó en la cárcel del Ayuntamiento donde continuó con su labor de enfermera ayudando a los torturados.

Posteriormente y junto al resto de presos, fue trasladada a la cárcel de Alicante. En Alicante Antonia es juzgada y condenada a 20 años de presidio. Durante su estancia en la cárcel logró el destino de Paquetes, teniendo así contacto con el exterior y aprovechando cualquier oportunidad para poder hacer llegar las cartas de los presos a sus familias.

En mayo de 1943 es puesta en libertad vigilada y decide trasladarse a Barcelona. Ginés Camarasa, una de las personas más representativas de aquellas tierras, le proporciona un trabajo en un pequeño taller de ebanistería y le consigue alojamiento en casa de unos paisanos. Al quedar viudo Camarasa en 1944 unió su vida a la de Antonia y discretamente vivieron juntos hasta el fallecimiento de Ginés en 1972.

Mientras vivió Camarasa, Antonia participó en las luchas clandestinas, y como si de un viaje turístico se tratara, volvió a su tierra para contactar con sus compañeros de Andalucía. Entre 1958 y 1960, Ginés Camarasa fue Secretario del Comité clandestino de la CNT y Antonia, siempre a su lado, compartió el peligro que ello suponía en aquellos momentos. En 1961 y tras un viaje a Francia tomaron también contacto con el exilio.

Desde la época de la clandestinidad, tanto Camarasa como Villar, el jardinero, se cuifaron de las Tres Tumbas (Ferrer Guardia, Durruti y Ascaso) en su labor les acompañó siempre Antonia, erigiéndose en cuidadora única tras la muerte de Camarasa. En ellas nunca faltaron las flores, pagadas de su peculio, cada 20 de noviembre, hasta el extremo que ya casi sin  poder caminar, Antonia, acudió al homenajes que conmemoró los 70 años de la muerte de Durruti  y Ascaso, y pudo abrazar por última vez a Colette, la hija de Durruti. Cinco días después Antonia nos dejaba a todos para siempre.

Cumpliendo sus deseos, su familia trasladó su cuerpo a Villena, su pueblo natal, y allí fue enterrada junto a sus padres tal y como ella quería.

Descanse en paz esta tenaz luchadora por las ideas anarquistas que fue Antonia Ugeda Fuentes.

 

SE MARCHÓ : ANTONIA  UGEDA FUENTES por José Hiraldo Aguilar (Valencia)

DE LA REVISTA SIEMBRA: Pág 24 y 25

Repite  el mismo texto que escribió en el libro “Cronicas de un Rebelde andaluz ”  con el título CRONICA CON DUELO en octubre de 2007, con otras ilustraciones .

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