top of page

 BIOGRAFIÁ Nº 16

 

 

 

 

                      ISABEL DE VILLENA

 

 

 

 

             

 

Nació seguramente en Valencia en 1430. Su nombre era Elionor Manuel de Villena y su niñez y adolescencia no debieron ser muy agradables dada su condición de hija ilegítima del Marqués de Villena Enrique de Villena, Aragón y Castilla y señor de Iniesta y por tanto descendiente de Enrique II de Castilla y de Jaime II de Aragón. Esta circunstancia no fue muy bien vista por sus coetáneos. Tuvo que soportar los prejuicios y recelos que su bastardía despertaba en cuanto a deshonor y amenaza a los fundamentos legales de la sociedad. Huérfana de padre antes de los cuatro años y de madre, según se cree, su tía, la reina María de Castilla, mujer de Alfonso V el Magnánimo la educó en el palacio real de Valencia, dentro de la cultura valenciana.  Su vida novelesca y escandalosa, le trajo menosprecio y descrédito de sus pares aristócratas.

 

             A los 16 años entró en el convento del Real Monasterio de las Santísima Trinidad de Valencia y un año después profesó (el día 25 de Marzo de 1446) cambiando su nombre por el de Isabel de Villena. La decisión de entrar en el convento era, para las mujeres, la única vía de escape que tenían para su propia independencia teniendo acceso desde allí a la cultura, la formación y acceder al poder en algunos casos. 

 

            A los 33 años, en 1462, fue elegida abadesa perpetua, después de diversos escrutinios entre partidos opuestos dentro del monasterio, en medio de “sucesos y portentos maravillosos”. Fue abadesa desde 1460 a 1490. El ser abadesa implicaba: gestionar impuestos, celebrar juicios y dictar sentencias, influenciar en política social y de relaciones…Tenía poder y podía ejecutarlo.

 

            Este Monasterio durante la mitad del S. XV y comienzos del XVI, vivió una etapa de gran brillantez convirtiéndose en un foco cultural y religioso y un referente social importantísimo para la ciudad de Valencia. Marcó   un hito trascendental en la historia del Monasterio, sentando las bases de su posterior prestigio y esplendor. Llevó a un florecimiento artístico e intelectual indudable y a la implantación del monasterio en otras Comunidades. Aumentó el patrimonio del Convento, hizo más grande la casa, acabó la sillería del coro, construyó el pórtico exterior de la iglesia, la verja, la enfermería, el claustro, y sobre todo reunió en el convento una buena biblioteca. En 1490, el año de su muerte, cuando tenia 60 años, encargó 5 vidrieras para la capilla mayor dejando a mitad el retablo del altar mayor.  

 

            Fue una de las escritoras más importantes de las pocas que hay en la edad Media. Está considerada como una gran humanista y teóloga y según sus biógrafos se convirtió en un oráculo para la ciudad. Acudían sus habitantes al monasterio a consultarle los problemas más difíciles y solicitar su ayuda y oraciones. Está también considerada como protagonista del ambiente cultural del Siglo de Oro Valenciano.  Destacó sobre todo por su magisterio y por el impacto de su personalidad culta y dotada de gran fantasía e imaginación.

 

            Preocupada por sus religiosas Clarisas y para procurarles materia de contemplación a ellas y a sus conciudadanos compuso su obra maestra: “La Vita Christi”. Fue escrita en valenciano, con estilo elegante y gran expresividad de lenguaje. Abarca la historia completa de Jesucristo vista a través de las mujeres, con la presencia continua de la Virgen María. No incluye en su obra milagros ni parábolas que nombran los cuatro evangelistas, ni tan siquiera el Sermón de la Montaña. Después, en el desarrollo de la historia de Cristo, la abadesa escoge de los evangelios siempre que puede, aquellos pasajes en los cuales las mujeres directa o indirectamente figuran como coprotagonistas decisivas. El estilo empleado es familiar, lento, gráfico y ligeramente moroso. El léxico es popular y expresivo, así como la sintaxis. Se ha señalado, que concibe la organización de un mundo divino siguiendo las pautas de la corte real, en la que había transcurrido su infancia. Esta obra quedó incompleta.

 

               Martí de Riquer, señaló que destaca en su obra una falta de equilibrio estructural, pero Hauf señaló que esta característica se debía en gran medida al desbordamiento de la contemplación afectiva y hace notar su probable influencia en algunas obras posteriores como la famosa “Mystica Ciudad de Dios” de Sor María de Agreda.

 

              Joan Fuster en “Misoginsi enamorats ” escribe que Isabel de Villena estaba decidida a  “fer del seu llibre una exaltació a penes velada del seu sexe i que el seu propôsit es ben nitid: vol presentar les dones en una vinculació directa i excepcional amb el mateix Redemptor”.  De hecho, presenta en su obra a dos protagonistas femeninas: la Virgen María y María Magdalena en las que se puede ver un símbolo de superioridad espiritual y moral del sexo femenino.

 

               Por una parte, nos presenta a la Virgen con su sí voluntario y dotada con el don esencialmente femenino de la maternidad que proporcionó a la mujer una particular capacidad de amor y también el don singular de la piedad.

 

              Por otra parte, encontramos a María Magdalena como un modelo de vocación religiosa que no acepta la mala fama que se le atribuye y que atribuye a la envidia y la maledicencia concebida como una devotísima mujer que reacciona con nobleza de corazón y que se enamoró del tal Jesús, que se convierte en un modelo de amor y hace evidente la malicia de hombres que se pretenden piadosos y eruditos, pero no escuchan a Jesús.

 

               En toda su obra se respira un trato de gran delicadeza y emotividad para con otros personajes femeninos. La simple mujer samaritana, Santa Ana, la ferventísima mujer cananea, la pobre viuda y hasta la adúltera perdonada, son exponentes de la devoción y la generosidad de las mujeres frente a la arrogancia masculina. Crea personificaciones femeninas como la Pureza, la Humildad y la Contemplación que humanizan los relatos. Así frente a la vieja tradición que definía a la mujer bajo los aspectos más negativos, Isabel opone una visión cristiana de la dignidad femenina, demostrando con el evangelio en la mano, como Cristo “havia elegit les coses flaques del món, ço es les dones, per posar en elles el seu amor, a gran confusió del cavallers mundanals”. En todo momento de la obra hay una mujer con la cual se relaciona Jesús.

 

                Murió en “l´ any de les morts” en una mortífera epidemia de peste, en los alrededores de Valencia el 2 de Julio de 1490. 

 

                 Su obra principal se imprimió por primera vez en Valencia en 1497, años conocedora de su existencia. El espíritu práctico y abierto de su sucesora abadesa en el monasterio hizo que un invento tan revolucionario como el de la imprenta salvara para la posteridad este importante libro que convierte a su autora en la única gran escritora de nuestras letras medievales[i].

Esta biografía forma parte de un extenso trabajo sobre la MEMORIA HISTÓRICA DE LAS MUJERES EN VILLENA, valorado por la FUNDACIÓN JOSÉ Mª SOLER GARCIA, quedando dentro de su web[ii].

 

 

 

[i] “GRAN ENCICLOPEDIA VALENCIANA”tomo 10 (val-zut) Difusora de Cultura Valenciana S. A.

“PERSONAJES DEL MILENIO: SOR ISABEL DE VILLENA” Folleto editado por el periódico “ Las provincias” de la Comunidad Valenciana. Daniel Benito Göerlich

 

[ii] FUNDACIÓN JOSÉ Mª SOLER.www.josemariasoler.org

ISABEL DE VILLENA 5  1635260507098 (1).jpg

Continuar texto aquí 

ISABEL DE VILLENA 2 1635260453149 (1).jpg
ISABEL DE VILLENA 1 1635260453138.jpg
ISABEL DE VILLENA 3 1635260453143.jpg
ISABEL DE VILLENA 3 1635260453143.jpg
vita_christie.gif
ISABEL DE VILLENA 5  1635260453154.jpg
ISABEL DE VILLENA 4 1635260453128.jpg
bottom of page