BIOGRAFÍA Nº 18
TESTIMONIO DE ADELINA I.
Nos lee un escrito que tiene ya preparado desde su casa en Francia y alguien le graba mientras ella lee.
Tengo 77 años y vivo en Francia en Lecobian Corvian… un pueblo de siete mil habitantes donde llegaron y se establecieron mis padres en octubre de 1939. Éramos una familia de seis hijos , ocho con mis padres. Yo tenía 12 años y mi hermano el más pequeño 46 días. Mis padres tenían en Villena un taller de carruajes situado en lo que hoy es la Av. De la Constitución y cargos en el Ayuntamiento. Mis recuerdos de esa época son los siguientes:
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En la noche del 12 de octubre de 1939 mi madre, mi tía y mi abuela lloraban, nos vestimos con prisa y nos subimos en un camión cubierto con una lona. En el camión habían varias familias. Cuando llegamos a Alicante nos pararon en la sede del Partido Socialista, donde habían varias familias de otras comarcas. Nos quedamos allí toda la tarde sin salir y después nos llevaron por pequeños grupos en una furgoneta hacia el puerto donde nos esperaba un barco carbonero inglés. Teníamos un miedo terrible y también me acuerdo que los aviones franquistas bombardeaban la ciudad. Nos colocaron en la bodega y la mayoría de la gente asustada vomitaba y tenían mucho frio.
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Vinieron a acompañar a las familias numerosas y mi padre era una de ellas. y todos esos hombres se quedaban arriba del barco. Estando ya en aguas españolas nos siguieron los aviones franquistas hasta las aguas internacionales y el capitán desvió el camino para engañarlos y por eso el barco llegó a Orán con mucho retraso . … de ese modo nuestro barco no pudo permanecer en el puerto de Orán y nos permitieron desembarcar allí para esperar a otro barco que nos llevaría a Méjico . Fuimos a un puerto entre Orán y Argel , Tenas. Cuando desembarcamos nos apoyaron las tropas francesas, la mayoría compuestas de senegaleses, y yo particularmente tuve mucho miedo, al ver a esos hombres negros que yo nunca había visto. La Cruz Roja nos pusieron en naves y nos dieron de comer. Me acuerdo que era pan, higos y leche. Por la tarde se llevaron a todos los hombres en camiones y el resto de las familias subimos en autobuses hacia una dirección desconocida. Y los demás igual, …no teníamos ni electricidad, ni agua, ni comodidades y no hablaré de la cantidad ni la calidad de la comida que nos daban. Pasaban los días sin tener ninguna noticia de nuestros padres. Lo vimos al cabo de siete semanas . Algunos volvieron y mi padre era uno de ellos, porque los necesitaban para construir casas de madera y meter a dos familias en una casita de tres habitaciones. Así estuvimos siete meses y poco a poco las cosas iban mejorando . Construyeron una escuela y aprendimos a cantar la Marsellesa. Mis padres esperaban siempre la salida para Méjico pero estando en relación con nuestra familia establecida en Francia consiguieron un contrato de trabajo para poder marcharse a Francia. Imaginaros una familia de ocho personas caminando para Francia con poco dinero y las dificultades al no conocer el idioma francés. Llegamos a Marsella y cogimos el tren para ir a la ciudad donde vivimos desde entonces. Mi padre falleció en Agosto de 1975, dos meses antes de morir Franco y no pudo en ningún momento volver a ver su pueblo. Mi madre falleció en enero del 2000 pero tuvo la suerte por el nuevo régimen de volver a Villena dónde nacimos todos.