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ENTREVISTA Nº 26

 

 MANUEL MILÁN tiene 88 años. Nació en 1918

 

"Esta noche habrá “saca” y sacaban a 4, a 6, a 8 , a 10, … "

 

ESQUEMA

  • Amigo de Antonia Ugeda Fuentes y Jose Mª Soler García.

  • El  Ateneo de Villena: que se hacía en él

  • En el bar de los hermanos Lillo se celebraban reuniones culturales con personas que venían de fuera. Después de Guerra tuvieron que emigrar estos chicos.

  • Los que nos quedamos después de la Guerra, nos juzgaron y nos condenaron a muerte  a 14 ó 16 compañeros. De ellos asesinaron a dos.

  • No se sabe dónde los asesinaron.

  • Fusilaron a unos cuántos para qué la gente tuviera miedo.

  • ¡No hombre! Decían, ¡que esa familia ya lleva dos!

  • El que vence impone su ley a su manera.

  • Estuvo detenido en Los Filomenos, en el almacén de los Maiquez, en el Ayuntamiento, otra vez a los Maiquez, en Monóvar y en la cárcel de Novelda.

  • En los Maiquez éramos más de 400.

  • Me fui voluntario a la Guerra en la 39 Brigada con 18 años.

  • En la cárcel me dieron el trabajo de barbero y tenía contacto con los condenados a muerte a los que le llevaba comunicaciones y ellos me daban la contestación para sacarlas de allí y dárselas a quienes ellos querían.

  • Esta noche habrá “saca” y sacaban a 4, a 6, a 8 , a 10, … según y ya no volvían.

  • Entre todas las cárceles me cayeron cuatro años y seis meses. Luego me lo rebajaron a dos años y un día, porque redimíamos pena por el trabajo. Teníamos un sueldo de 95 céntimos al mes.  En una celda estábamos 11. En el patio la gente estaba amontonada

  • En los juicios había cuatro o cinco militares. Era un juicio sumarísimo.

  • En el frente me hacen prisionero y me llevan a la plaza de toros de Teruel

  • Antes de la guerra se forma la CNT, las juventudes libertarias en Villena. Las mujeres libres eran aparte. La acción anarquista era secreta.

  • En Villena se celebró un congreso de grupos anarquistas en el año veintitantos en una casa de campo detrás del Cementerio y yo estuve allí.

  • Las juventudes libertarias las montamos cuando empezó la guerra en dónde está ahora la oficina central de la CAM (ahora banco de Sabadell). Montamos una emisora de radio, y dábamos noticias

  • Antonio Valiente “el Volteta” se hizo en su casa un zulo, un hoyo en el suelo y se escondió después de la Guerra para evitar la prisión. Vivía en la calle Román. Con este nos fuimos a la Guerra con la columna Rosales con más de 100 personas de Villena.

  • “Lo real es la vida, y la vida es un hecho y el hecho solo lo determina la acción”

  • De Villena se fueron varias mujeres al frente, pero la que yo recuerdo que era más activista era Antonia Ugeda.

  • Antonia se queda aquí en el Hospital de sangre y le dieron un cargo, pero sí hubieron mujeres que se fueron con los novios de milicianas .

  • Habían detenido a un comité clandestino de la CNT y en esa reunión se iba a nombrar otro comité nuevo también en la clandestinidad.

 

ENTREVISTA COMPLETA

 

Hacemos la entrevista en su casa el día 1 de junio de 2006

MANUEL Una cosa sobre estas cosas, me lo pidió Pepe Soler, me dijo: Manolo escríbeme algo sobre la historia pasada. Yo lo conocía porque habíamos estado los dos en la cárcel, él  era más joven que yo, ha conocido más que yo, y le di dos escritos uno firmado y otro sin firmar, y le dije hazte una copia pero quiero que me lo devuelvas, y total que Pepe Soler tenía la manía que todo lo que le dejaban se lo quedaba, y consiguió que cuando entrabas a su casa todo eran libros y papeles por todas las partes. Su hermana que vivía con él y era muy mayor, cuando iba alguien le decía, tu crees que hay derecho de este desorden que no se puede uno ni sentar, y él ese legado lo entregó a la casa de la cultura. En cierta ocasión me dijo, Manolo aunque no está al público, pero como yo soy el que lleva eso, pues cuando quieras puedes venir a verlo  

ENTREVISTADORA.- Cuando se hizo cargo de la Fundación José MarÍa Soler, Alfredo Rojas?

MANUEL.- Si, si, y yo le dije, pues si, algún día lo pensaré, y total, pero no he ido. Y no obstante una de la Biblioteca, Asun la mujer de Pepe Puche, me dijo: Manolo te voy a dar una cosa que no todo el mundo tiene y era un libro con toda la documentación de Pepe Soler,  y lo tengo por aquí no se donde estará, porque mis hijos se han ido llevando  libros, unos porque le han gustado y otros, porque aquí ya no caben más libros

ENTREVISTADORA.- nos va a decir el nombre completo para que se quede grabado aquí

MANUEL.-Pues Manuel Milán Ferriz

ENTREVISTADORA.-Vamos a volver a lo que nos ha contado antes de empezar la entrevista. Quien creó el Ateneo de la calle Baja?

MANUEL.-lo crearon unos cuantos, entre ellos algunos de la CNT, pero no se si era Blanquer, o era Gines Camarasa, alguno de esos que eran los más influyentes en Villena, Pascual Jimenez, 

ENTREVISTADORA.- Y la intención de crear ese Ateneo que era?

MANUEL.-Recoger las inquietudes culturales  y sociológicas que habían en aquel momento por parte de muy poca gente.

Yo hace poco escribí una cosa de lo que era Villena en aquellos tiempos! Que la gente tenía hambre, pero no solo de pan, tenía hambre de cultura, de saber, para poder orientarse, para poder enfrentarse a los problemas que había pero con conocimiento, no solo con el trabajo, porque el trabajo no se valoraba. Yo recuerdo cuando era pequeño, cuando vinimos a Villena, porque yo no nací en Villena, yo nací  en Badalona, donde está Antonia, (por cierto el otro día me llamó que esta medio sorda y me dijo mira escríbeme, porque yo le escribí una carta para que me diera la dirección de la hija de Torro´, un compañero que murió y ella se había enterado que había muerto pero no podía enviarle una carta con el pésame, porque ella lo conocía mucho. Entonces fui a buscarla que yo la conocía también y le dije, una amiga nuestra te ha mandado esta carta para que le de la dirección que quiere daros el sentimiento por la muerte de tu padre)

E.-Y que actividades se hacían en el Ateneo?

M.-Pues cultura, por las noches, porque la gente trabajaba y me acuerdo que había un maestro que le llamaban Amorós, pero no me acuerdo del nombre, y el pertenecía a la organización e iba allí a dar clase, y al mismo tiempo se daban charlas sobre orientación  de todo tipo de las ideas y también venían compañeros de fuera. Aquí había un bar que estaba en la casa del Cocinero (era un bar que estaba por dónde hoy está la farmacia de Cortés), te  hablo de antes de la Guerra, de tres o cuatro años antes de la guerra. En ese sitio antes de la Guerra había un bar que lo regentaba un tal Cándido  Lillo. Estos eran unos hermanos muy libre pensadores y cuando venía alguno de fuera a dar una charla o algo, como estaba en el centro y allí en aquel cafetín, se celebraban las charlas o las reuniones,  porque si se celebraban en el sindicato podían provocar la intervención de  la policía y allí no pasaba nada, era un bar. Por cierto yo tengo de ese Lillo Catalán un libro, que fue la primera novela que él escribió. El  era un librepensador y escribió un libro de poesía sobre Villena, porque él después se fue al extranjero por esas inquietudes que él tenía. Y luego tengo también la primera novela que él escribió. Se fue a Francia y en la Guerra contra los alemanes, él se enrolo en la legión francesa para luchar contra los alemanes. Resultó herido y lo llevaron al hospital y en el hospital él hizo unas relaciones muy intimas con una monja,  que estaba allí de enfermera. Sor Resurrección, se titula la novela. 

E.-Se la dedicó a ella?

M.-Ese libro, porque él vino aquí en el año 50 o antes, porque él vivió en la Argentina, y se casó con una belga, y escribió mucho en la Argentina. Un cuñado de él fue Luis García que era fotógrafo en la calle el Hilo y vivía en la Corredera. Este era casado con una hermana de estos Lillos.

E.- A un hermano de esos Lillos le pasó algo en la Guerra?

M.-Uno de ellos formó parte del Consejo Regulador de Economía Socializada (CRES). Y cuando acabó la guerra se tuvo que ir, porque  si no lo hubieran liquidado como liquidaron a otros por más o menos motivos. Porque aquí eso de matar, mataban por matar. En el juicio que nos hicieron a nosotros en Villena, en el Ayuntamiento, después de la Guerra, éramos 14 o 16 y pidieron condena de muerte a todos menos a un  hombre que se llamaba Felix Fuentes,  que era cerrajero, y republicano y a ese hombre le pusieron 30 años pero a los demás nos pusieron pena de muerte.   Incluso de esos 14 fusilaron a dos. A Alberto Estevan Martínez , que era un muchacho joven, como éramos todos, 18 años, 17, y era el Secretario de las Juventudes Libertarias y lo mataron por eso. Yo me fui al frente enseguida y ellos se quedaron aquí,.

E.-Y al otro que mataron?

M.-El otro era Antonio Martínez, el zurdo , de apodo

E.-Y lo mataron aquí en Villena?

M.-Si aquí los fusilaron en Villena, no sabemos en qué lugar. Yo precisamente le dije hace algún tiempo al Concejal de obras, a Pepe Ayelo, que yo le conozco, no personal pero de otras cosas y le dije: puedo yo publicar alguna cosa en la revista Villena y me dijo: lo que quieras.   Y desde entonces publico allí algunas cosas. Y también le dije : Por qué no os interesáis en buscar  dónde están los que fusilaron? Y los sacáis y los lleváis al nuevo Cementerio? Y me dijo, no te preocupes que yo se lo diré a la alcaldesa, y haremos lo que podamos, porque yo he intentado  ver si conocía algo y  he preguntado en el registro y me dijeron que ellos no tenían datos de nada, de ninguna clase , de los fusilamientos, dónde los hacían, dónde los enterraban, .. 

E.-Y usted, cuánta gente cree que asesinaron después de la guerra?

M.-No se, …pues aquí hubo un pintor de brocha gorda y pinto una reja y una frase y lo fusilaron. Luego fusilaron a otro más. Cuando nos detenían nos tomaban declaración primero los falangistas , que hacían el trabajo sucio, porque aquí cuando entraron las tropas nacionales, buscaron a cuatro “monigoticos”, y digo esto porque no tenían ninguna relevancia política, sino simplemente amigos de los curas, o derechistas, pero nada, y a esos los pusieron de testaferros, 5 o 6 , y entre ellos estaba mi suegro, en esa camarilla y estaban medio asustados y todo. También estaba Pedro Sarrió, …y los falangistas hacían lo que les daba la gana, sin contar con estos para nada y los militares igual. Hasta que ya se asentaron y entonces ya los aportaron a estos y se hicieron los dueños de todo. Los militares hicieron lo que tenían que hacer, fusilar a unos cuantos para que la gente se asustara, era por el temor, por el terror, que es lo que hacían ellos cuando pasaban las tropas nacionales por cualquier pueblo cuando avanzaban. Entraban en un pueblo a una calle y decían una calle si y otra no, venga, que salgan todos a la calle, y contaban 1, 2 y 3 a fusilar, y mataban al que hacia 3, pues a ojo, porque  yo hice amistad con uno que vino aquí a Villena con los … , hay no me acuerdo, con una unidad de falangistas, y dos o tres se casaron con alguna de Villena, era la Bandera de Castilla. Un pintor  se casó con una que vendía pescado,  aquí había un guardia municipal que le llamaban Ramón,  que ese era de la bandera de Castilla y se casaron con gente de aquí y se quedaron aquí a vivir. Te voy a decir una cosa del juicio, un detalle, un militar de allí, muy gordo, se dedicó a hacer una pajarita de papel mientras nos juzgaban, como si aquello fuera un pasatiempo, cuando estaba en juego nuestra piel, porque era así. Hasta el extremo que luego nos informamos, porque de muchas cosas se entera uno, porque de otras no puedes, de que en el juicio cuando nos pusieron pena de muerte, dijeron, aquí hay que matar dos o tres, pues este, hicieron sorteo, este, no a ese no que ya lleva dos muertos, uno por la lucha social (que a un hermano lo mataron antes de la guerra en el año 34, que hubo aquí una manifestación fuerte y la guardia Civil salió a la calle y en la Puerta de Almansa mataron a dos. Uno de ellos era un tal Gomez, hermano de uno de los que vinieron conmigo al juicio que se llamaba Ramón Gomez, y en el sorteo le toco a Ramón Gómez fusilarlo, y dijeron: no hombre, que esa familia ya lleva dos).Entonces pues vamos a por otro, y lo hacían por sorteo. Y eso nos enteramos nosotros así porque un falangista, lo dijo. Pero no era falangista de esos de la pistola, no, y dijo como se habían hecho las muertes. Así que lo mismo que les tocó aquellos, lo mismo me podía haber tocado a mi, o a cualquier otro. Tú decías cualquier cosa, que eso no es así,  y ellos decían enseguida, ponga usted que niega. Y ya estaba, …

 E.-que no te dejaban hablar!

M.-decían Manuel Milán Ferriz, y esto es ciertísimo, usted está conforme con tal, y yo les decía, mire usted, el que vence impone sus leyes sean buenas o malas. Y cuando nos llevaron después de aquello, al Maíquez, una cárcel que había frente a la vía, que después hubo una bodega y luego Normu (unas graficas), nos llevaron allí y nos aislaron. Maíquez era uno que negociaba con ajos en Villena, una familia que vino de Mejico. Y en aquel centro vino un oficial de aquellos  de la Bandera y dice: quien es Manuel Milán y yo le digo: yo, que pasa? Y me dice: que ha dicho usted allí? yo dije que estaba conforme con lo que me habían puesto, que el que vence impone su ley a su manera. Y luego al poco tiempo nos sacaron de allí y nos llevaron, porque antes de juzgarnos con la lista que hicieron ellos, nos llevaron al Ayuntamiento y nos encerraron en unas celdas que había allí de presos, pero el Ayuntamiento en la parte baja había  una humedad allí, que no había quien viviera. Allí, sin luz, sin nada como aquel que dice, y de allí fue desde dónde se los llevaron a fusilar. Y yo tengo un escrito sobre esa noche, lo tengo por ahí y digo: del cielo las estrellas son testigos, (se emociona y calla)

E.-es lógico es una vida muy dura. Podía contarnos de los Maíquez

M.-Uy! Pues allí amontonaos y los falangistas de noche medio borrachos iban allí a pegar palizas, y lesionaban a unos y a otros. Hubo uno de ellos que lo sacaron y lo llevaron a un cuarto y le castigaban, hubo otro que se llamaba Azorín, que era empleado del Banco Hispano Americano, y era socialista, a ese lo montaron allí como en un tablao y entre todos empezaron a  pegarle palos, delante de todos. Después de las doce de la noche que era cuando ellos hacia ese trabajo. 

E.-Y por que por la noche?

M.-Porque a ellos les parecía mejor así por el silencio de la noche, que no había nadie por ahí, pues ellos obraban  como querían. Porque en aquellos tiempos a mi me metieron enseguida en la cárcel. 

E.-Por qué cuantos años tenía?

M.-Pués yo cumplí los 18 en el frente. Yo nací en el 18 y la guerra fue en el 36, pues no había cumplido los 18.

E.-Y ya se fue usted voluntario!

M.-Si a la 39 Brigada. Primero me fui a Almansa, porque en Almansa la Guardia Civil se había adueñado del pueblo, se había sublevado, porque Almansa fue un foco socialista en aquellos años. Y fuimos de aquí en camiones, con escopetas y lo que pudimos. Y de allí nos fuimos a Albacete. En Albacete ya vino una compañía de asalto a ayudarnos con un cañón y todo. Y allí fue dónde yo vi los primeros muertos por la guerra. Me acuerdo que vi a uno que había sido barbero en Villena, y nos encontramos allí. Se llamaba Germán. Y le digo: pero Germán que haces tu por aquí? Y me dijo que estaba viviendo en Albacete, pero he estado escondido en una alcantarilla. Porque era de la CNT. Allí ocurrieron cosas en Albacete como en todos los sitios, pues estando presos en los Maíquez, vino una familia de Albacete que les llamaban los Logolguru, muy ricos y muy influyentes, que eran los dueños de todo aquello. Y vinieron y nos hicieron formar y ellos pasaron revista a ver si conocían a alguno de los que habíamos estado en Albacete. 

E.-Y de los Maíquez luego donde lo pasaron?

M.-De los Maíquez al Ayuntamiento y del Ayuntamiento otra vez a los Maíquez pero ya aparte. Y me acuerdo, esto ya es una cosa curiosa, de la comida que le llevaban a los presos las familias que podían, los guardianes le revisaban los paquetes, por si entraban alguna cosa pero a la vez a uno le quitaban un plátano a otro, otra cosa. A otro un poco, y se lo quedaban ellos… y tu lo veías desde las ventanas como lo hacían. Llevaron a uno que lo encerraron donde nosotros estábamos antes de sacarnos, y lo dejaron allí hasta que lo llevaron primero a Monovar y luego a Alicante. Era un hombre grande y fuerte cuando estábamos en el patio  una tarde, aquel desde la reja del cuarto que se veía, llama al carcelero que le llamaban  (silencio) … no me acuerdo, y le dice: oye ven para acá que quiero hablar contigo, y el carcelero dice: venga, que quieres? y se acerca allí y le dice: quien ha visto a un zorro guardar gallinas! Y aquel lo metieron allí porque decían que estaba loco. Y mira que la frase que le dijo no podía ser más cierta  y más clara . Y todos estábamos en el patio escuchando que éramos unos 400 o así.

E.-Hacinados allí!

M.-Pero eso no es nada, en el Ayuntamiento estábamos aún peor! A la vez que yo había uno que comíamos juntos, porque vivíamos en la misma calle, en la calle Cruz de Mayo, yo vivía a la entrada subiendo por aquí a la segunda o tercera entrada y él tres o cuatro puertas más allá. Comíamos y dormíamos juntos y cuando se lo llevaron estábamos durmiendo juntos y cuando lo llamaron, venga vestirse que está esperando el jurado y fue muy duro. Tengo el escrito.  

E.-Y luego ya a Monóvar!

M.-Si luego a Monóvar! Algunos se quedaron aquí, y luego a algunos los sacaron de aquí porque había gente mayor y decía pero esto no es posible, si aquí estamos todos los que trabajamos en el pueblo, si nos vamos todos aquí quien trabaja? A mí me llevaron a Monóvar y a Pascual Jiménez y a unos cuántos los más significaos, los llevaron a otro sitio, y decían que habían planificado que querían fugarse. Y entonces los llevaron a la cárcel pero separados para tenerlos más controlados. Y luego de Monóvar a mi me llevaron al reformatorio. Y allí estuve hasta finales del 41. Y luego me llevaron a la cárcel de Novelda que dependía del reformatorio, porque en el reformatorio, estábamos hacinados, no cabía nadie. Mira en una celda que antes de la Guerra estaba hecha para uno, dormíamos 11, con un váter que tenías que hacer allí delante de todos y  acostados teníamos 42 cm cada uno, que lo medimos. No te podías mover y en el pie lo que quedaba se ponía otro. Porque cuando yo llegué a la cárcel de Novelda, a la cárcel del reformatorio, llegamos al mediodía la expedición de todos los que nos juzgaron y me destinaron a la galería número 1, y era la hora del rancho, y el rancho era veneno, más que otra cosa, y ale a la galería con tu petate y un pequeño colchón y esas cosas y a la media hora de estar yo allí sube uno que trabajaba en las oficinas que era preso. Allí en las oficinas del reformatorio todos los que trabajaban eran presos menos un oficial que era el que mandaba y este tenía un pariente en Villena, y les tenía afecto a los de Villena, y metió en la oficina más gente de Villena que de cualquier otro sitio. Un día sube este de la oficina que yo no lo conocía porque yo acababa de llegar y dice: encargado, (que era un preso que llevaba las llaves de las galerías) y dice: llama a Manuel Milán. Manuel Milan! Y yo digo: qué pasa? Y me contesta: a la puerta! Y voy a la puerta y me dice: tu eres Manuel Milán? Y le digo: si!  Dice: yo soy de Elda, soy no se qué Trigueros y yo trabajo en la oficina. Aquí cuando llegáis vosotros lo primero que hacen es que  nos llega a nosotros la lista de los que van a venir. Y en esas listas los que estamos en la oficina pues uno conoce a uno otro a otro, pero no por paisanaje, sino por lo que pueda ser útil aquí, así que cuando salgas de aquí esta tarde te presentas en la barbería y el encargado ya tendrá el nombramiento tuyo de barbero y tu no le digas a él nada, solo, mire usted me han dicho que me presente. Cuando yo me presento allí, dice el encargado de la barbería que era preso: como se llama usted?, y yo le digo: Manuel MIán, -si, está aquí su oficio, y me dice: cuanto tiempo lleva usted aquí? y yo le digo: he llegado hoy a la una a la hora de la comida, y me dice: cómo es posible que usted que acaba de llegar esté aquí  y ahí  en el patio hay  más de cuarenta barberos que también quieren tener ese destino y a usted se lo dan enseguida! 

E.-Y que se encargaba de hacer allí,  cortarles el pelo?

M.-Allí éramos 20 en la barbería. Yo trabajaba en la barbería pero como me daba mucha prisa, yo pregunté: aquí cuantos hay que hacerse? Porque había una cola siempre de doscientos o trescientos esperando! Y me dicen aquí hay un horario, y le digo pero aparte del horario si yo me doy prisa y hago un número quedo libre? Y me dicen: claro! Y entonces me dedicaba a lo que estos me dijeron. Me llamaron un día unos cuantos y me dijeron Manolo vas a hacer esto,

E.-Pero los mismos presos?

M.-Y me dicen: que te parece? Hay un riesgo! Ya lo se! Todo tiene un riesgo, tu vas a ir a las celdas de los condenados a muerte, ellos te darán escritos para sacarlos, y nosotros te daremos otros para que tú los metas para dárselos a ellos. Y yo iba todos los días, habían más de 50 condenados a muerte. Todos los días, yo no los podía arreglar. Unos días arreglaba a unos, otro día a otros y yo ya me relacionaba con unos y con otros, y me decían tengo una cosa para ti y me daban un papelico

E.-Para hacérselo llegar a la familia?

M.-Y yo les decía si quieres algo me lo das, y luego nos enterábamos, a veces, de a quienes iban a fusilar esa noche, porque el tribunal, o el juez,  mandaba allí el parte, y decían esta noche habrá “saca” se llamaba así. Había noches que se llevaban 6 u 8 , otras noches 10, otras noches 4, dependía,   

E.-pero saca era una forma de entenderse los presos?

M.-Hay saca esta noche! Quería  decir esa noche iban a fusilar. A cuantos? no sabíamos, había días que nos enN el preso no sabía nada?

M.-No el preso no sabía nada,

E.-Con la escusa de que lo tenía q arreglar!

M.-Daba la circunstancia de que aquello le llamábamos “el tubo“, que era dónde estaban los condenados a muerte y ellos tenían también un patio independiente, y en Villena había habido un sargento  de la Guardia Civil que se  llamaba D. Juan Selva en el año 34, desde el movimiento, este hombre estuvo aquí en Villena y le tomó mucho afecto a este pueblo y se retiró de la Guardia Civil y se metió en el cuerpo de Prisiones, cuando llevaron a los presos de Villena en el año 34, este hombre los consideraba y les facilitaba la vida allí, y estaba este hombre en el ·”tubo” de servicio y cuando yo llegué allí al reformatorio, el primer día que yo subí y coincidí con él porque los turnos se cambiaban, el que hacía de día luego hacia de noche, que hacían cada ocho horas las guardias,  y el primer día que yo fui y lo conocí a él, y me dice: tu eres nuevo, y le digo : sí soy de Villena y me dice: hombre de Villena, yo estuve en Villena de sargento de la Guardia Civil,   y yo le decía: soy el barbero y enseguida decía allí: quien necesita el barbero? Vale pues primero uno y luego el otro, y el otro; y una noche me dicen lleva esta nota a la celda 17 de la tercera galería, y que lo lea, y yo llegaba después de venir todos del patio y después de dar la cena, los encerraban enseguida a todos, y ya no podía salir, pero nosotros los destinos teníamos un privilegio  y hasta las 10 de la noche podíamos pasear por la galería nuestra, y a las diez ya teníamos que estar dentro que pasaba el que llevaba las llaves que era también preso y cerraba hasta la mañana siguiente. Así que aquellos estaban encerrados y yo fui a la celda 17 de la tercera galería, y llamo al llavero que le llamaban “hierro”, que formó parte del piquete que fusilaron a los militares de Alcoy, porque era un soldado, guardia de asalto, profesional, y le pusieron 30 años porque tenía condena de muerte, y me dice Manolo lleva cuidado porque él sabía que todos los destinos eran destinos seleccionados, porque allí no entraba un destino, que en vez de favorecernos nos pudiera perjudicar, tenía que ser un colaborador más directo o menos directo pero un colaborador, y él lo sabía,  y me dice: Milán lleva cuidado que yo veo a esta gente un poco rara, y nada, me meto en la celda y nos ponemos a jugar una partida de ajedrez, y mientras aquellos leían lo que les había llevado, y les digo habéis leído ya lo que os he traído?, si! Y llamo al llavero; aquel viene, abre la puerta y me dice: lleva cuidado,  y yo salgo con el papelico en el bolsillo de lo que yo les había llevado y un oficial que andaba por allí por el centro, me dice: pare! y yo pienso: ya está!, pero yo en vez de bajar me doy prisa y me voy a la escalera y tiro el papel que estaba un poco oscuro,  y me vuelve a llamar y me dice: le he dicho a usted que pare! Y le digo: yo he entendido baje! Y me dice: de dónde viene usted? Y le digo pues mire como yo trabajo, he ido a echar una partida de ajedrez, enseguida subió y registro la celda   y preguntaron: a que ha subido Milán aquí? y uno dice: a jugar al ajedrez, registraron y no vieron nada, pero al llevarme a mí, desde el centro se veía todo el movimiento que se hacía y el ordenanza que tenían los jefes de servicio, era de Alcoy, y se llamaba Eugenio Vals, pasa delante de mi y me dice: Manolo que pasa? Ese era hombre de confianza de ellos y estaba a las órdenes de ellos, y me dice: tranquilo que ya lo tengo, y me dice: ale a la celda! Y cuando subo estaba de servicio D. Juan y le dicen: ahora subiremos q le vamos a interrogar. Y cuando se van aquellos me dice D. Juan vete al váter, porque creía que yo llevaba algún papel para tirar, y cuando voy a la celda a coger la manta, me dicen que no me preocupe que al día siguiente hablarían con el cura para explicarle lo que había pasado y me sacaría del calabozo!

MANUEL.- Y Don Gaspar, el canónigo era el que nos ayudaba a sacar las cosas de la cárcel. Y le decíamos, D. Gaspar irá una familia a recoger este sobre, y nos decía: algún día me veis aquí con vosotros!. Se daba la circunstancia que el novio de una sobrina suya era teniente de guardia de asalto, y estaba en la cárcel pero no lo fusilaron porque mando a un pelotón y el cura dijo que ese era sobrino suyo. Y le ayudaba al cura en las cosas de la misa.

ENTREVISTADORA.-Cuanto tiempo estuvo entre todas las cárceles?

MANUEL.-Cuatro años y seis meses. Luego me lo rebajaron a dos años y un día,  pero como era vecino redimíamos pena por el trabajo. Y teníamos un sueldo de 95 céntimos al mes. Ya ves que son 95 cts en 30 días! En una celda estábamos 11. En el patio la gente estaba amontonada.

ENTREVISTADORA.-Vamos a remontarnos a ver si se acuerda como era el tribunal del juicio?

MANUEL.-Habían cuatro o cinco militares. Eran los militares que  habían venido con las fuerzas de ocupación. Era un juicio sumarísimo. Estaríamos una hora y éramos 17 o 18. Ya ves el tiempo que estarían con cada uno! Ellos se inventaban el delito y decían que usted ha hecho esto o lo otro. Para ellos la verdad era la de ellos.

ENTREVISTADORA.-Como los cogieron? Usted estaba en el frente, acaba la guerra y viene 

MANUEL.-Yo estoy en el frente. En el frente me hacen prisionero y me llevan a la plaza de toros de Teruel y a muchos más. Aquello estaba medio derruida, que allí si había llegado la guerra. Ellos la tomaron la ciudad, luego la tomamos nosotros y después la volvieron a ocupar ellos. Era casi todo una ruina. Y llovía y hacía frio, porque en esa zona hace mucho frio por las noches

E.-En que mes sería?

M.-Cuando acaba la guerra iban recogiéndonos por los montes, por los pueblos, por todos los sitios. En el último sitio que yo estuve fue la Sierra de Javalambre, en Camarena de la Sierra, y de allí ya me  llevaron a Teruel. Los nativos decían que los días claros desde la cumbre se veía el mar. De allí a la Plaza de toros y a los pocos días uno de Villena me conoce que estaba allí con los nacionales, que se había pasado allí, Pepe Menor, el de la fábrica de bebidas, el del Kataki. Este me conoce y me llama y  yo me hago el sordo y él le dice a uno de los soldados que nos custodiaban que yo era paisano, y ya le dicen los guardias, pasa y búscalo. Aquel me toca y me dice: Manolo! nos saludamos y le digo: que haces tú aquí? Me dice: que estaba en intendencia con los nacionales. Yo le digo si sabe a dónde nos van a llevar y me dijo que seguramente a la Plaza de toros aunque se sabía que estaba destruida. Las tropas que  había en Teruel para custodiarnos y registrarnos eran moros. El decía que llevaba un carromato con una mula para repartir el suministro. Nos daban una lata de sardinas para tres y una torta que estaba más dura que  las piedras. Y me dice, Manolo, yo entraré por la puerta tal, tu estate por allí y me dejas un macuto o dos y te dejaré allí comida. Y le dije pues  mira te lo agradecemos, porque las pasamos canutas, allí, claro, … Así que todos los días le dejaba el macuto y el ale nos ponía comida. Luego de la Plaza de toros no se por qué me llevaron a la cárcel, y yo dije mira que bien, aquí al menos no me mojo si llueve. Porque en la plaza había como unas telas pero si llovía, … además los moros aquellos eran unos bestias. Tengo una poesía yo sobre los moros,  y digo que la noche era fría y los moros gritan, y no los entiendo, y los perros que tenían,.. y cuando ya estaba en la cárcel me dieron un salvoconducto que tenía como destino Villena. Por eso como en todas las partes había Guardias Civiles  en las estaciones y todo eso,  si te querías ir a un sitio que no fuera la ruta te indicaban: no, no tu sitio está por allí..

E.-Entonces ya se viene a Villena… y se presenta

M.-No, no, yo no me presento que me busquen!. Y claro me buscaron y ya a la cárcel

E.-Vamos a volver a ver cuando se fundan las asociaciones.

M.-Antes de la guerra se forma la CNT, las juventudes libertarias, .. eso no se sabía quienes eran. Lo sabían ellos solos. Cada grupo se ponía un nombre de un personaje, o de cualquier cosa.

E.-También habían grupos de mujeres?

M.-Las mujeres libres eran aparte. La acción anarquista era secreta.

E.-Que nombres podían tener esos grupos?

M.-Pues podría ser Pedro, o Luna, y tenían una consigna que solo la conocían ellos. Y entre los grupos se coordinaban, hacían reuniones, congresos, .. en Villena se celebró un congreso de grupos anarquistas en el año veintitantos en una casa de campo detrás del Cementerio y yo estuve allí. No sé por qué pero yo a la gente le entraba y tenían conmigo cierta confianza y esas cosas. Y me dijeron aquí tuvimos un congreso de los grupos anarquistas. Era una chabola de esas que los hombres se hacían cuando iba a recoger la oliva y esas cosas para protegerse del frio.

E.-Y usted se acuerda como eran las reuniones que  hacían con los grupos anarquistas, que tipo de cosas se debatían, ..?

M.-Yo tengo por ahí documentos que  los podéis ver. Cada grupo tenias sus cosas, las ideas que presentaban, el concepto de la organización, para funcionar mas, para darle más actividad, porque todo era clandestino; no como la CNT porque esta llegó un  momento que era legal como un sindicato, pero lo otro no. Las juventudes libertarias las montamos cuando empezó la guerra en dónde está ahora la oficina central de la CAM (ahora banco de Sabadell)

E.- En la casa de Chimo Pérez?

M.-Si, pues en esa casa montamos las juventudes libertarias. Montamos una emisora de radio, y dábamos noticias y eso… y la gente iba allí a oír todo eso  y yo ya  me fui al frente y aquello se quedó allí montado. Me fui al frente una noche con uno que ha muerto hace poco. En Villena en el año 34 se atacó el cuartel de la Guardia Civil y se puso una bomba y el que hizo la bomba trabajaba en el Chicharra (tren de vía estrecha que pasaba por Villena)le llamaban Antonio Valiente y de apodo el Volteta. Este se hizo en su casa un zulo, un hoyo en el suelo y se escondió todo el tiempo después de  la guerra escondido allí. Vivía en la calle Román, y allí se lo hizo si no lo hubieran metido también en la cárcel. Pues con él me fui al frente a la 39. El era mayor que yo.  Nos fuimos al frente a la columna Rosales y al poco tiempo de estar este me dice: Manolo, esto no me gusta, porque nos llevaron al frente, a la Casa de Campo, en Madrid,

E.-Y en la Columna Rosales, solo había gente de Villena

M.-No eran de muchos sitios. De Villena éramos ciento y pico

E.-Se formó en Alicante la columna Rosales y pasaron por Villena.

M.-Si éramos muchos, en varias compañías. Se dio la circunstancia que en un permiso nos quedamos allí y otros se venían con permiso o sin permiso. Venían en un tren y llego la aviación y bombardeó la estación del tren. No hubo heridos, pero había por allí zapatos tirados de los soldados, y toda la gente corriendo porque la estación estaba llena de gente para esperar a los que venían.

E.-Eso sería que se sabía!

M.-Igual que había informadores en la otra parte también los había en esta. Mira cuando yo enseñé este libro, me decían: pero de dónde has sacado tu esto muchacho? Porque era una eminencia este hombre hablando. Fabricaba las palabras como si fuera un molinillo de café, era una cosa grande, … y le dije pues esto lo encontré yo en uno que recogía trapos y papeles, y allí trabajaba uno que era mayor y de la CNT y cuando encontraba algo en los libros viejos o los papeles, me decía Manolo he encontrado algo que te puede interesar

E.-Es que este libro, mira que papel!

M.-Pues este cuando me lo dio le dije: y este de dónde lo has sacado tu? Y estuvimos hablando un rato y me lo dedico y me puso eso en el libro. “lo real es la vida, y la vida es un hecho y el hecho solo lo determina la acción”

E.-Se la sabe de memoria! Qué bonita!

M.-Eso lo escribió él, Lillo

E.-Y algún documento no tiene de las juventudes libertarias, alguna lista, …?

M.-Yo no tengo nada porque me metieron en la cárcel… cuatro días antes de terminar la guerra, yo estaba en la 39 y yo tenía allí un servicio especial, yo era “escucha”. El escucha consistía que tú te ponías en medio de las dos líneas por si venían o si alguien se quería pasar y tu de noche te ponías en ese puesto sin que te viera tus mismos  compañeros, porque por dónde yo iba a pasar quitaban al centinela para que yo pasara. Y ese servicio yo lo  hacía con dos más de Villena, uno que le llamaban Juan González, que también fue voluntario y mi hermano que no quería ir a dónde lo mandaban y fue allí y le dije si se quería quedar aquí,… Ciriaco que era el comandante de la Brigada, cuando se presentó allí mi hermano con un tal Puche, el padre de Pepe Puche, el ordenanza del Comandante  dice: venid que  ha venido tu hermano y un tal Puche. Habíamos llegado nosotros del frente de Guadalajara y nos iban a llevar al frente de Teruel. Cuando llegue allí me dice que quería quedarse allí y yo le dije, mira el mismo camino que has cogido para venir ahora te vas. Y el jefe dice, tranquilo Manolo, eso es muy difícil!… éramos el “sim” como si fuéramos espías. Incluso abríamos cartas, porque el correo lo recibíamos nosotros,

E.-Cuando Ud. se fue al frente en Villena también se fueron mujeres?.

M.-Si se fueron, muchas no, algunas. Conmigo a la Brigada que yo estaba había 3 o 4 , pero estas no eran de Villena.

E.-Pero de Villena no se acuerda de ninguna?

M.-De Villena la que yo recuerdo que era más activista era Antonia, había alguna más pero no me acuerdo de sus nombres porque con la Antonia era con la que yo más me hacía. Porque Antonia tenía entonces un novio que era Joaquín el maño,

E.-Qué de ahí es de dónde le viene a ella el apodo de la Maña! pero Antonia se queda aquí en el Hospital de sangre y le dieron un cargo, pero si hubieron mujeres que se fueron con los novios de milicianas .

M.-Se fueron a otros sitios, con nosotros no se fue ninguna mujer. Había alguna mujer de Madrid y de otros sitios. Muy pocas,… Entonces este Antonio que salió del zulo, lo detuvieron y lo llevaron a Alicante  al manicomio y allí lo mandaban a la calle a hacer recados y él aprovechó una de esas salidas, se escapó y se fue a Barcelona y como en Barcelona teníamos amigos le facilitaron la salida y se fue a la Argentina. Su hermana es Ángeles que la conocemos mucho y preguntó por mí, y le dijeron vive!. Un día vino Torro a decirme que había venido  y que quería hablar conmigo. Nos vimos y me dijo que me pagaba el viaje, porque él iba bien. Había montado una frábriquilla pero yo le dije que no. Una nieta de ese Antonio es medica en Villena que se ha casado con uno de Villena. Un día le dije te quieres venir a una reunión muy importante que te gustará?. Y mira si era importante que habían detenido a un comité clandestino de la CNT y en esa reunión se iba a nombrar otro comité nuevo también en la clandestinidad. Yo le dije no te preocupes que yo te pago todos los gastos del tren y demás y nos fuimos. Y en el tren íbamos tirando propaganda y llegamos a Madrid a la reunión aquella. Bienvenido fue testigo y se acordará. Habían de Sevilla, de Asturias, de Cataluña, de Madrid, de Andalucía, de varias regiones. Y digo yo: Antes de que empecemos aquí hay un chivato, aquí hay alguien que va a informar a la policía de lo que aquí hagamos. Mirad si supiera quién es le diría tú eres, me figuro quien puede ser, pero eso es muy duro y yo tengo que tener la seguridad de saber quién es. Si lo supiera lo desenmascaría aquí mismo, pero él sabe quién es. Vamos a seguir con lo nuestro. Seguimos!. Se nombra un nuevo comité. Recae en Cataluña y le damos la enhorabuena a los catalanes y le digo: Suerte que tengáis. En eso dicen ha llegado un dinero de Francia para repartir y yo les digo: conmigo no contar, yo no quiero una peseta, porque si yo la tomara sería un servicio que se me paga, yo no cobro nada, al contrario pago. Aquellos se lo repartieron como les correspondía. Antonia estaba en Villena y vamos a despedirla a la Estación el Bienvenido y yo una mañana para irse a Barcelona. Porque yo me despierto muy temprano siempre y me puse a oír una emisora que había en Alemania que daba noticias en español y era muy liberal y muy afín a los movimientos españoles clandestinos y oigo que dice la radio: han detenido en Barcelona un grupo de 6 o 7 de la CNT! y yo digo: que ya han caído!, y habíamos quedado en vernos el Bienvenido y yo y le explico lo que he escuchado 

E.-Si que había un chivato allí!

M.-Coincidente! Salen y saben quiénes son y van a por ellos.

E.-Y quien era el chivato?

M.-Era uno que vivía por Villena también, de enlace

E.-El que venía a coordinar las reuniones?

M.-Y nada vamos a despedir a la Antonia a la estación y le digo lo que hay y me dice: Manolo lleva cuidado, … y llego a casa, cojo el teléfono y empiezo a llamar a Andalucía, a los otros, a los otros, … que aún tengo ahí una agenda de teléfono con gente que yo conocía entonces en la clandestinidad,… uno ya mayor que era dirigente de la CNT, se fueron a la Brigada mía pero no al frente, se fueron enchufados y estaban en la Comandancia General y un día yo recibo una carta  y noto que esa carta estaba manipulada y digo: esta carta la ha debido de abrir alguno y yo tenía un fusil corto que se llamaba entonces un naranjero, y esa era el arma que yo tenía y me bajo a la comandancia y les digo: quien es el que se atreve a abrirme a mí una carta? Y me dicen Manolo no te pongas así. Y les digo: Como que no me ponga así! Que sea  la primera y la última vez porque bajaré de otra manera. Porque yo recibía cartas de amigas y compañeretes, y estos querían saber hasta dónde llegaba, …había una carta de una villenera, y por cierto ella era francesa, y tenía familia en Villena, y me mandaba unas cartas muy amorosicas y todo eso, y ellos querían curiosear. Ellos me dicen: perdona; y yo les digo: yo no perdono a nadie y tampoco quiero que me perdonen a mí.

Mira te voy a enseñar el documento que me dieron cuando salí de la cárcel. 

E.-Lo tiene ahí?

M.-Si¡ pero está muy estropeado! si mal no recuerdo está aquí! Mira!

E.- Y el carnet de la CNT lo tiene?

Nos enseña varios carnet que tiene, del Hércules, del reformatorio del 42, certificados, instrucciones,  … algunas fotos de su madre,…

M.-  Mira, ¡El Certificado de liberación condicional! Y fíjate como está el pobre! Aquí están las instrucciones de que me tenía que presentar al Cuartel de la Guardia Civil, al juzgado, y todo eso. Estuve varios años presentándome. Mira, sin tocarlos se estropean los papeles.

E.-Claro no ves que es una cosa tan frágil!

M.-Mira, varias canciones que las cantábamos con los presos.

E.-Aquí en los Maiquez? Y en los Filomenos estuvo con Jose Mª Soler?

M.-Si es que aquí  primero me metieron en el sótano de los Filomenos, con varios: los Chispes, él y su hijo Pepe, el Cuba también, que lo sentenciaron a muerte, 

E.-Y de aquí pasó a los Maiquez con Pepe Soler, y después a Monóvar

M.-Si yo también estuve en Monóvar con él

(Nos entrega para su custodia un dossier de poemas llamado "Palabras y silencios II" que entregamos junto  a los escritos de su amiga Antonia Ugeda Fuentes y depositamos en la Fundación José Maria Soler. de Villena.)

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