ENTREVISTA Nº 31

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Natalia Crespo García (Villena, 1929-201

(Esta historia nos llega a través de su nieta Laura Torres)

 

 

Natalia formó, junto a su marido José Torres, una de las parejas más avanzadas y progresistas de la Villena franquista. Él, de fuertes convicciones políticas, trabajó junto a diferentes camaradas desde la clandestinidad y fue fundador del Partido Comunista de Villena y de la Filatelia Torres, negocio referente a nivel nacional al que los dos se entregaron con dedicación.

 

En el terreno más personal, juntos combatieron el gris de una época oscura y sin escote con su alegría, su erotismo y su descaro, que dejaron plasmado en decenas de fotografías tomadas desde principios de los años 50, reveladas en laboratorios privados de amigos y que reflejan la valentía con la que quisieron aportar color a una época sombría para la sociedad villenense.

 

Natalia ante la cámara y Pepe detrás de ella conforman una pareja artística que consigue testimoniar en sus fotografías una mentalidad mucho más adelantada al momento histórico que les tocó vivir. El erotismo y la sensualidad de Natalia fueron señalados por el dedo de muchos de sus vecinos y vecinas, pero ella siguió defendiendo su libertad, su belleza, su autenticidad y su magnetismo en su día a día. También fueron pioneros en la práctica de ejercicio físico y el interés por llevar una buena alimentación, temas que todavía no preocupaban a la sociedad del momento.

 

La sierra de la Villa, Peña Rubia o las Cruces son varios de los parajes que sirven de escenario para las imágenes valientes llenas de anhelo, de mirada al futuro y de esperanza. En 1954, antes de que el bikini fuera aprobado en España, Natalia posó con este conjunto en una imagen que se convirtió en icónica dentro de la memoria familiar. Ya con 78 años, una de sus nietas la fotografió sujetando esa misma fotografía. La imagen fue seleccionada en 2012 dentro de la convocatoria “Mulier Mulieris” del Museo de la Universidad Alicante, y en 2021 fue la imagen del ciclo 8 Cultura de Mujer de la Casa de la Cultura de Villena.

 

Como han podido recoger sus familiares y amistades, la actitud y personalidad de Natalia sirvió de inspiración para muchas otras villeneras que vieron en ella otro modelo posible de mujer.

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